En el Consejo de Seguridad de la ONU

Rusia y China vetan por tercera vez la resolución sobre Siria

Rusia y China ejercieron por tercera vez su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para frenar una resolución sobre Siria que amenaza con imponer sanciones al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.

Rusia y China ejercieron  por tercera vez su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para frenar una resolución sobre Siria, al votar en contra de un proyecto de resolución occidental que amenaza con imponer sanciones al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.


El máximo órgano de decisiones de la ONU, que en julio preside Colombia, fue así incapaz de lograr el consenso para tratar de frenar la escalada de violencia en Siria en la que Moscú y Pekín votaron en contra, Pakistán y Sudáfrica se abstuvieron y los once restantes se pronunciaron a favor.


Los países que ejercieron su voto afirmativo fueron Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Portugal, Colombia, Guatemala, India, Azerbaiyán y Togo, así como Marruecos, representante en el Consejo de Seguridad del grupo de países árabes en Naciones Unidas.


"Estoy muy, muy triste. Lo que pasa en Siria se está extendiendo. Había 3.000 muertos y tuvimos veto, 7.000 y veto, y ahora 17.000 y un nuevo veto. Se debería preguntar a esos países cuándo aceptarán moverse", dijo el embajador de Francia ante la ONU, Gérard Araud, que acusó a Rusia de "querer ganar tiempo para que el régimen de Al Asad pueda aplastar a la oposición".


El diplomático francés tuvo duras palabras para Moscú y Pekín, que fueron también repetidas por otros diplomáticos occidentales, y aseguró que, al ejercer de nuevo el veto, ambos Gobiernos "dan la espalda al acercamiento llevado a cabo pacientemente en los últimos meses" por el enviado especial de la ONU, Kofi Annan.


El proyecto de resolución votado fue presentado la semana pasada por Reino Unido, EE. UU., Francia, Alemania y Portugal con la idea de incrementar la presión sobre el régimen de Damasco mediante la amenaza de sanciones diplomáticas y económicas, algo a lo que Rusia se opone frontalmente.


El texto, que también preveía el mandato de la Misión de Observación de Naciones Unidas en Siria (UNSMIS) por 45 días más, amenazaba con la aplicación de sanciones bajo el Capítulo VII de la Carta de la ONU si el régimen no repliega antes de diez días sus tropas de los centros urbanos y detiene el uso de armamento pesado.


"Es lamentable que este Consejo haya sido incapaz de cumplir el papel para el que fue establecido y que tiene el deber de respetar", aseguró tras la votación el embajador del Reino Unido ante la ONU, Mark Lyall Grant, quien se definió "horrorizado" y acusó a Rusia y China de "poner sus intereses nacionales antes que las vidas de millones de sirios".


El embajador británico aseguró además que las autoridades rusas y chinas "han fracasado al no proveer con el apoyo que han pedido" tanto Annan como el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quienes han solicitado repetidamente una acción común al Consejo de Seguridad para frenar la crisis siria.


El doble veto de este jueves, que deja en el aire el futuro de los observadores internacionales en Siria, se suma a los ya ejercidos por Rusia y China en los pasados octubre y febrero, cuando también frenaron iniciativas de los países europeos y Estados Unidos para ejercer presión sobre el régimen dictatorial de Damasco.