Conflicto internacional

Turquía despliega baterías de misiles en la frontera con Siria

Las tesiones entre ambos países se intensificaron la semana pasada cuando las fuerzas sirias derribaron un cazabombardero turco.

La defensa pidió la absolución, señalando que las consignas no pretendían ofender personalmente a Erdogan.
La OTAN da su respaldo a Turquía, que amenaza a Siria con usar la fuerza
EFE

El Ejército de Turquía está reforzando militarmente su frontera con Siria con lanzadores de misiles y baterías antiaéreas, después de que la semana pasada las fuerzas sirias derribaran un cazabombardero turco, informan los medios locales.


Unos 30 vehículos militares, entre ellos camiones con lanzadores de misiles y artillería antiaérea, partieron anoche desde cuarteles en la provincia costera de Hatay para desplegar el equipo en las inmediaciones de los municipios fronterizos de Altinözü, Reyhanli y Yayladag, donde se hallan los mayores campamentos de refugiados sirios, informa el diario "Hürriyet".


Según la emisora NTV, otros movimientos de tropas y blindados se han observado en la provincia de Sanliurfa, también fronteriza, pero situada más al este.


La emisora CNNTürk asegura en un reportaje emitido desde el terreno que en los pueblos situados cerca de la frontera el nerviosismo cunde entre los vecinos, que observan desde hace más de un año los movimientos tanto de refugiados como ocasionalmente de tropas sirias.


Ya el lunes se habían detectado movimientos de tropas, blindados y artillería en la provincia de Mardin, también fronteriza con Siria, pero situada mucho más al este y escenario frecuente de combates entre el Ejército turco y los guerrilleros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).


La provincia de Hatay alberga no solo a unos 33.500 refugiados sirios, sino también el campamento de Apaydin, que acoge a los soldados de Siria que han desertado y sus familiares, entre ellos 13 generales huidos, y es ahí donde residen los dirigentes del Ejército Sirio Libre, la milicia que combate contra el régimen de Bachar al Asad.


Ankara niega que los combatientes puedan llevar armas en suelo turco, pero se han registrado incidentes fronterizos en los que las fuerzas armadas sirias persiguieron a milicianos que intentaban ponerse a salvo en Turquía.


Con la tensión al rojo vivo tras el derribo de un caza F-4 turco por parte de Siria el viernes pasado, es probable que un tiroteo en la frontera o a través de ella suscite una respuesta turca, tal y como anunció el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el martes pasado, cuando prometió "tratar como amenaza" cualquier elemento militar sirio que se aproxime al linde.


Turquía continúa, además, la búsqueda de los dos pilotos del caza desaparecidos y ha desplegado cinco barcos, un avión y cuatro helicópteros en la zona en la que se cree que se precipitó el avión, cerca de las costas sirias.


Por el momento se han encontrado algunas pertenencias de los tripulantes, como botas militares y cascos, así como restos de la nave, pero aún no se ha hallado el aparato, que se supone yace en el mar a 1.260 metros de profundidad, según informaron las Fuerzas Armadas turcas en un comunicado.