Inmigración

El Supremo EE.UU. anula ley de Arizona

Sin embargo mantuvo la que permite a la policía pedir "los papeles" de quienes tenga "sospecha razonable" de que son indocumentados.

El Tribunal Supremo de Estados Unidos anuló tres de las cuatro cláusulas más controvertidas de la ley SB1070 de Arizona contra la inmigración ilegal en ese estado, aunque mantuvo la que permite a la policía pedir "los papeles" de quienes tenga "sospecha razonable" de que son indocumentados.


Este último aspecto es el que el presidente del país, Barack Obama, destacó como preocupante, pese a elogiar el fallo del Supremo, y renovó su compromiso de trabajar con ambos partidos en el Congreso hacia una reforma migratoria integral.


"Ningún estadounidense debería jamás vivir bajo sospecha solo por su aspecto. En adelante, debemos asegurarnos de que las autoridades policiales de Arizona no apliquen esta ley de forma que mine los derechos civiles de los estadounidenses", dijo Obama en un comunicado emitido por la Casa Blanca.


En su sentencia, los jueces anularon las secciones 3, 5 y 6 de la SB1070, pero mantuvieron la cláusula sobre el control de identificación, lo que, según los activistas proinmigrantes, dará licencia para discriminar a personas que luzcan o tengan acento extranjero.


Muchos hispanos de Arizona -estado fronterizo con México- que son residentes legales o ciudadanos estadounidenses podrían verse requeridos a probar su estatus solo por su color de piel o su acento, lo que supondría una violación de su derechos.

El ser estadounidense no es cuestión de aspecto físico o de apellido sino de una "creencia compartida en la promesa duradera" de ese país, insistió Obama.


De las cláusulas anuladas por el Tribunal Supremo, una convertía en delincuentes a los indocumentados que obtuvieran o solicitasen trabajo; otra autorizaba el arresto, sin permiso judicial, de personas que hubiesen cometido un delito que pudiera ser causa de deportación; y otra exigía a los inmigrantes portar siempre documentos de registro ante el Gobierno federal.


"Arizona puede que tenga frustraciones entendibles respecto a los problemas causados por la inmigración ilegal mientras continúe, pero el estado no puede perseguir políticas que minen la ley federal", dijo el juez Anthony Kennedy, en nombre de la mayoría.


Mientras, el candidato republicano oficioso a la Presidencia estadounidense, Mitt Romney, consideró que el dictamen refleja la falta de liderazgo de Obama en estas lides, a la vez que defendió el "derecho" de los estados de "resguardar" las fronteras del país "y el imperio de la ley".


El titular del Departamento de Justicia, Eric Holder, manifestó que el fallo "confirma la autoridad exclusiva del Gobierno federal de regular" las leyes de inmigración, y prometió que su agencia vigilará que el resto de la ley se aplique sin atropellar los derechos civiles.


El Departamento de Justicia entabló una demanda contra la SB1070 y había logrado que las cuatro cláusulas fuesen bloqueadas en tribunales de instancia inferior.


El pasado 15 de junio, la Administración Obama decidió suspender la deportación de estudiantes indocumentados de hasta 30 años de edad y que entraron a Estados Unidos antes de cumplir los 16.


Tanto Obama como Romney cortejan activamente el voto hispano, que se perfila definitorio en varios estados clave como Nevada, Florida, Nuevo México y Colorado.


Ante la parálisis en el Congreso, estados como Alabama, Georgia, Indiana, Carolina del Sur y Utah han querido seguir el ejemplo de Arizona adoptando leyes para combatir a los indocumentados.


Ahora, el consenso es que este fallo servirá de guía sobre lo que pueden llegar a legislar los estados federados.


"Algunos de estos esfuerzos serán antiinmigrantes, como en Arizona, y otros quizá proinmigrante en tanto los estados reconozcan la importancia de los inmigrantes en sus comunidades. Sin duda aumentará la presión para que el Congreso actúe", dijo  Stephen Yale-Loehr, profesor de leyes de la Universidad de Cornell.