Tras la revolución

La convulsión política deja a los egipcios sin vacaciones

Este verano es el segundo después de la revolución del 25 de enero de 2011, que acabó con la presidencia de Hosni Mubarak y que prometió cambios democráticos para este país.

Vista aérea de la plaza de Tahrir
Cientos de egipcios conmemoran su revolución
EFE

Este verano no es para ir a la playa ni para planear un viaje en Egipto, ya que los egipcios están tan pendientes de los cambios políticos que vive su país que no tienen ganas de irse de vacaciones.


"La situación no anima a la gente a pensar en viajar dentro ni fuera de Egipto", dijo a Ahmed Sharaf, que trabaja en la agencia de viajes Neptun Tours.


Este verano es el segundo después de la revolución del 25 de enero de 2011, que acabó con la presidencia de Hosni Mubarak y que prometió cambios democráticos para este país.


Después de vivir numerosas protestas masivas, huelgas, disturbios y cambios de Parlamento y de Gobierno, muchos egipcios se niegan a hacer planes para las vacaciones de verano hasta que se estabilice la situación del país y esperan que eso se consiga con la elección de un presidente los próximos días 16 y 17.


"Tras haber hecho anuncios de ofertas en playas en el mar Rojo y de paquetes al extranjero, estamos cancelando viajes porque nadie llama para reservar", lamentó Sharaf, quien añadió que su agencia ha tenido que reducir personal y hacer recortes salariales debido a la crisis que vive el sector turístico.


Los efectos de la inestabilidad ya se hicieron notar con fuerza sobre el turismo procedente del extranjero el año pasado, aunque en los primeros meses de 2012 se ha observado cierto repunte.


El turismo interno no escapa a esta situación. Incluso quienes disponen de un chalet en una playa del mar Rojo o del Mediterráneo tienen miedo de salir de El Cairo por la falta de seguridad en las carreteras, que a lo largo del año han sido escenario de huelgas que han cortado la circulación.


"Tenemos un chalet en Ain Sojna (al sureste de El Cairo) que está cerrado desde la revolución. Tenemos miedo de ir y que pase algo por el camino ante la ausencia de policía", manifestó Basma Dos, farmacéutica que suele viajar con su familia cada verano dentro y fuera de Egipto.


Por segundo año consecutivo, Dos ha optado por quedarse en su país, ya que, además, prefiere ahorrarse los gastos de un viaje al extranjero en medio de la crisis económica que sufre Egipto después de la revolución.


Y es que tras más de un año de inestabilidad en el que el índice de desempleo se ha disparado, numerosos ciudadanos tienen menos dinero para gastarlo en ocio.


Para Nevin Jalil, operadora en la agencia de viajes East Mar, ubicada en la céntrica plaza Tahrir -corazón de las protestas-, este verano es peor que el pasado para el turismo local "porque los egipcios tienen menos dinero para irse de vacaciones".


"Además, todo el mundo está pendiente de las elecciones presidenciales (cuya segunda vuelta se celebrará este sábado 16 y domingo 17 de junio) y de lo que vaya a pasar", añadió.


Según Jalil, que lleva cuatro años en East Mar, su compañía, al igual que otras conocidas empresas del sector turístico, decidirá después de las presidenciales su futura estrategia.


En la segunda vuelta de las presidenciales, los egipcios tendrán que elegir entre el candidato de los Hermanos Musulmanes, el islamista Mohamed Mursi, y el general retirado Ahmed Shafiq, último primer ministro durante el régimen de Mubarak.


Ambos candidatos se han comprometido a impulsar el turismo, una de las principales fuentes de divisas en Egipto, aunque se teme que la llegada de los islamistas a la Presidencia signifique el cierre de bares o playas.


A juicio de Sharaf, "lo que preocupa ahora a los egipcios es si el país va hacia los islamistas o hacia los "fulul" (remanentes del antiguo régimen, en referencia a Shafiq) y no las vacaciones de verano".


La misma idea la comparte Fatima Ahmed, propietaria de una agencia de relaciones públicas, cuyo trabajo se ha visto muy afectado por la revolución.


"No tengo la cabeza para planear ir a una playa o buscar una oferta para un viaje. Estoy obsesionada por lo que ocurre en Egipto", aseguró.