Disidente chino

Chen Guangcheng llega a EE. UU. como estudiante universitario

"Durante los últimos siete años, nunca he tenido un solo día de descanso, así es que he venido acá para un poco de recuperación para el cuerpo y el espíritu", señaló a su llegada.

Chen Guangcheng y su mujer, ya en Estados Unidos
Chen Guangcheng llega a EE. UU. como estudiante universitario
AFP PHOTO

El disidente ciego chino, Chen Guangcheng, protagonista el mes pasado de un tenso drama diplomático entre Washington y Pekín tras huir de su arresto domiciliario, llegó este domingo a Estados Unidos para iniciar una nueva vida como estudiante universitario en Nueva York.


Chen llegó junto con su esposa y dos hijos al aeropuerto de Newark (Nueva Jersey) tras 13 horas de vuelo, cerrando así un turbulento episodio para la diplomacia china. Posteriormente fueron trasladados al sector neoyorquino de Manhattan donde residirán.


De camisa blanca y pantalones khaki, y apoyándose en muletas durante una concurrida rueda de prensa al aire libre, Chen agradeció al Gobierno chino por haber manejado la situación "con calma y moderación".


"Espero ver que (las autoridades chinas) continúen abriendo el diálogo y ganarse el respeto y la confianza del pueblo", dijo a través de un intérprete el activista, que portaba un yeso en la pierna derecha, que se rompió durante su fuga.


"Durante los últimos siete años, nunca he tenido un solo día de descanso, así es que he venido acá para un poco de recuperación para el cuerpo y el espíritu", enfatizó.


Tanto funcionarios de alto rango de la Administración Obama como líderes del Congreso de EEUU celebraron la llegada de Chen Guangcheng, quien ha recibido una beca de la Universidad de Nueva York para estudiar Derecho, según confirmó la institución.Alegría y felicitaciones

Tras confirmar la marcha de Chen rumbo a EEUU, la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, agradeció en una declaración escrita "la forma en que pudimos resolver este asunto y para apoyar el deseo del señor Chen de estudiar en EEUU y lograr sus objetivos".


El legislador republicano de Nueva Jersey y presidente del subcomité sobre Derechos Humanos de la Cámara de Representantes, Chris Smith, quien intercedió personalmente en el caso, consideró que los Chen "finalmente podrán descansar y recuperarse", y sus hijos "ahora podrán comenzar a sanarse de un trauma emocional que ningún niño debería tener que soportar".


Por su parte, la presidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja, Ileana Ros-Lehtinen, dijo que la travesía de Chen a EEUU "marca el fin de un suplicio de siete años" en el que el abogado autodidacta fue sometido a "acoso, encarcelamiento y palizas por parte del régimen chino" por denunciar los abusos y violencia en su provincia natal de Shandong (centro).


Ros-Lehtinen, republicana por Florida, expresó preocupación por la suerte que puedan correr los familiares de Chen y demás defensores de derechos humanos en China, y prometió que el Congreso "se mantendrá vigilante".


También Bob Fu, director de la ONG cristiana ChinaAid, con sede en Texas, y amigo de Chen, agradeció que EEUU y China hayan agilizado su salida.


Chen, su esposa, hijo e hija llegaron a EEUU procedentes de Pekín en un vuelo de United Airlines, después de que, bajo completo hermetismo y hasta el último minuto, las autoridades chinas le dieran permiso de salida, como parte de un acuerdo alcanzado con EEUU.Cooperación

Los Gobiernos de Washington y Pekín buscan estrechar la cooperación en asuntos económicos y de seguridad, y el incidente con Chen suscitó la ojeriza de China, que rechaza cualquier injerencia en sus asuntos internos.


Como ha sucedido en otros casos, el Gobierno chino permitió que Chen saliera para minimizar el impacto de su militancia, y para conjurar una crisis entre ambos países, según observadores.


El pasado 21 de abril, Chen, de 40 años, logró escapar de su arresto domiciliario en la ciudad de Nankín, donde permaneció durante 19 meses bajo continua vigilancia policial.


Tras fugarse a Pekín, activistas de derechos humanos lograron trasladarlo a la embajada de EEUU, donde se refugió durante seis días y suscitó un frenesí de negociaciones bilaterales.


Aunque Chen había expresado interés en quedarse en China con su familia, abandonó la embajada estadounidense y fue trasladado al centro hospitalario Chaoyang en Pekín para recibir tratamiento por la pierna rota.


Invidente desde los cinco años, Chen fue condenado a cuatro años de prisión en 2006 por denunciar programas de aborto y esterilizaciones forzadas contra miles de mujeres en su provincia, como parte de la política de "hijo único" vigente en China.


Chen ha tocado suelo estadounidense, pero la suerte de su hermano y sobrino continúan inciertas.