CAMBIO DE GOBIERNO

El socialdemócrata Ponta, elegido primer ministro de Rumanía

Ponta sustituye en el cargo al conservador Mihai Razvan Ungureanu, cuyo Gabinete cayó el pasado 27 de abril debido a una moción de censura.

El socialdemócrata Victor Ponta fue elegido por el Parlamento como nuevo primer ministro de Rumanía, diez días después de que el presidente del país, el conservador Traian Basescusu, le designara para formar un nuevo Ejecutivo y superar la crisis provocada por la caída del anterior Gobierno.


Ponta y su Gabinete, formado principalmente por miembros de la coalición Unión Social Liberal (USL) (socialdemócratas y liberales), obtuvieron el apoyo de 284 de los 460 diputados y senadores de la Cámara, según informó la televisión pública TVR.


"Para el futuro Gobierno es esencial el respeto a los compromisos asumidos con los socios y las instituciones internacionales, pero, en igual medida, el respeto de los compromisos con los rumanos", declaró Ponta ante el legislativo, en referencia a los acuerdos de Gobiernos anteriores con el Fondo Monetario Internacional (FMI).


Ponta sustituye en el cargo al conservador Mihai Razvan Ungureanu, cuyo Gabinete cayó el pasado 27 de abril debido a una moción de censura del USL, tras apenas tres meses de vida.


Rumanía suma así su segundo cambio de Gobierno en lo que va de año y muda de color político tras casi ocho años de primeros ministros de centro-derecha, a tan sólo seis meses de unas elecciones legislativas que tienen a la USL como gran favorita.


La figura más destacada del Gobierno de Ponta es el ministro de Finanzas, Florin Georgescu, un tecnócrata no miembro de la USL y que hasta la fecha era vicegobernador del Banco Nacional.


Profesional respetado y con experiencia, Georgescu será el encargado de negociar con el FMI la aplicación de los compromisos de austeridad asumidos por Bucarest.


Uno de los puntos clave del programa de Gobierno de Ponta se refiere a la continuidad de los acuerdos con el FMI, que han llevado a la aplicación de duras políticas de austeridad, muy criticadas por Ponta cuando estaba en la oposición.


Rumanía recibió en 2009 un crédito internacional de 20.000 millones de euros por dos años de la troika compuesta por el FMI, la Unión Europea (UE) y el Banco Mundial (BM).


Desde 2011 tiene vigente con esas instituciones un acuerdo crediticio preventivo por dos años, que le permite acceder, en caso de necesidad, a 5.000 millones de euros.


Georgescu ha negociado con el FMI un objetivo de déficit del 2,25 por ciento para 2012, para cumplir el límite del 3 por ciento acordado con este organismo y contemplado en el pacto fiscal europeo.


Ponta ha recibido luz verde del FMI para subir los salarios de los funcionarios en un 8 por ciento en el mes de junio.


Hasta el final de año se incrementarán en otro 15 por ciento, volviendo así al nivel salarial anterior al drástico recorte del 25 por ciento aplicado por el Gobierno conservador en 2010.


El primer ministro Ponta y el presidente Basescu empiezan hoy una cohabitación difícil, entre dos figuras que han mantenido una áspera relación en los últimos años, en la que no han faltado los insultos personales.


Ponta ha asegurado hoy que "el Gobierno no estará dirigido desde el Palacio de Cotroceni" (palacio presidencial), en alusión a una alegada sumisión que los primeros ministros conservadores a los dictados de Basescu.