Viaje de Benedicto XVI a Latinoamérica

El Papa arremete contra el narcotráfico y dice que el marxismo está superado

Benedicto XVI fue recibido por miles de personas en la ciudad de León, en la primera etapa de su visita a México y Cuba.

Llegada del Papa a México
El Papa arremete contra el narcotráfico y dice que el marxismo está superado
EFE

Benedicto XVI arremetió este viernes contra el crimen organizado que sufre México, afirmó que la ideología marxista ya no responde a la realidad, subrayó que la Iglesia no es un poder político, ni un partido sino una realidad moral y reivindicó el derecho a la libertad religiosa.


El Pontífice hizo estas manifestaciones camino de León, en el estado mexicano de Guanajuato, primera etapa de su visita a México y Cuba, en su primer viaje a dos países latinoamericanos de lengua española.


En su tradicional encuentro en el avión con los periodistas que le acompañan, el papa Ratzinger trazó las líneas del viaje, que, dijo, deseaba realizar desde hace mucho tiempo, siguiendo las huellas de Juan Pablo II, quien visitó en cinco ocasiones México y en una, Cuba.


El Obispo de Roma destacó la defensa de la libertad religiosa, exhortó a los mexicanos a fortalecer la convivencia pacífica y a luchar, con la contribución de la Iglesia, contra el narcotráfico.


A los cubanos les lanzó un mensaje de esperanza y reiteró la colaboración "constructiva" de la Iglesia con las autoridades de la isla.


Benedicto XVI recordó las famosas palabras de Juan Pablo II en La Habana en 1998 "Que Cuba se abra al mundo y el mundo a Cuba" y dijo que las mismas tienen "absoluta vigencia".


"La visita de Juan Pablo II", dijo, "abrió un camino de colaboración y de diálogo constructivo entre la Iglesia y el Estado. Ese camino es largo y exige paciencia para que vaya hacia adelante, pero la iglesia desea seguir colaborando".


Benedicto XVI subrayó el papel que la Iglesia quiere jugar en favor de una mayor apertura en la sociedad y en la política.


"Es evidente que hoy en día la ideología marxista como era concebida ya no responde a la realidad y si no se puede construir un tipo de sociedad es necesario encontrar nuevos modelos, con paciencia y de forma constructiva", afirmó.


"Ese proceso -prosiguió- exige paciencia y decisiones y queremos ayudar con espíritu de diálogo para evitar traumas y contribuir a una sociedad más justa.


Para que no quedara duda de su apuesta por la libertad, el papa agregó que "es obvio que la Iglesia está siempre de la parte de la libertad, de la parte de la conciencia y de la libertad de religión y en ese sentido continuaremos con nuestro camino hacia adelante".


Benedicto XVI también se refirió a la violencia debida al narcotráfico que sufre México, que se ha cobrado en los últimos cinco años unos 50.000 muertos, y dijo que la Iglesia católica tiene una gran responsabilidad para educar las conciencias.


"Hay que hacer todo lo posible contra este mal destructor de la humanidad y de nuestra juventud. La primera cosa es anunciar a Dios, el juez que nos ama y nos empuja al bien y a la verdad y a luchar contra el mal", refirió.


Y añadió: "La Iglesia católica tiene que educar las conciencias, educar en la responsabilidad moral y desenmascarar el mal. También tiene que desenmascarar la idolatría del dinero que esclaviza al hombre y desenmascarar las falsedades, las mentiras y el engaño".


Contento, presentando buen estado de salud y desafiando las más de catorce horas de avión para una persona de casi 85 años, el Papa llegó a León, en el centro del país y centro del catolicismo mexicano, donde fue recibido por el presidente, Felipe Calderón, y decenas de miles de personas -entre 600.000 y 700.000, según el portavoz vaticano, Federico Lombardi- que le acogieron a lo largo de todo el recorrido desde el aeropuerto al Colegio Miraflores, su lugar de residencia.


"Vengo como peregrino de fe, esperanza y caridad, para confirmar a los fieles en la fe y animarlos a revitalizar los sacramentos y la coherencia de vida", fueron sus primeras palabras.


El Papa agregó que así podrán contribuir a una convivencia pacífica y respetuosa, "basada en la ingualable dignidad del ser humano, creado por Dios y que ningún poder tiene derecho a olvidar o despreciar".


El Papa exhortó a los mexicanos a avanzar sin desfallecer en la construcción de una sociedad cimentada en el derecho del bien, el triunfo del amor y la difusión de la justicia y les dijo que pedirá a Dios y la Virgen de Guadalupe por todos aquellos que sufren resentimientos y diversas formas de violencia.


Benedicto XVI, que según precisó Lombardi, está "con buena salud y en condiciones fantásticas", se reunirá mañana, sábado, con el presidente Calderón en Guanajuato y después saludará a varios miles de niños reunidos en la plaza central de esa ciudad.