MERCADILLO EN HUESCA

"No se ha vendido tan barato en la vida"

Los vendedores ambulantes de Huesca hacen por sobrevivir a pesar de la crisis y la competencia de los negocios orientales y las grandes superficies.

Ángel Hernández en su puesto de venta.
?No se ha vendido tan barato en la vida?
J. S.

No cuentan con escaparate ni mostrador, pero sí con una gracia especial a la hora de ofrecer sus productos a los viandantes de viva voz. Y es que siempre son rebajas en el mercadillo de Huesca, que toma todos los martes y sábados la explanada frente al Complejo Deportivo San Jorge de Huesca. Aunque como en todos los sectores, también se notan los efectos de la crisis económica y deben lidiar además con la competencia de los comercios orientales o las grandes superficies comerciales, donde también se ofrece ropa a buen precio. Y en esta época del año, además, con el frío.


“Si el día sale bueno, viene más gente, si el día sale malo, pues salen menos. Luego ya está que tengas más suerte o menos“, asegura José Hernández desde su puesto de productos textiles. Sin embargo, su visión acerca de la situación actual del sector es más bien pesimista. “Mal andamos. Se nota el frío, las condiciones en las que trabajamos tampoco están muy allá. Más que la crisis, se nos ha pegado a todos un malestar general, que nos hace guardarnos el dinero”, asegura el vendedor. “Nosotros no tenemos nada que ver con los demás comercios. Venimos uno o dos días a la semana, la gente viene a pasear, compran y nada más”, añade José. Estima, por otra parte, en más de la mitad el descenso en las ventas, “desde hace ya muchos años”, aunque asegura que “trabajando poco a poco, día a día, grano a grano, son muchos granos”.


“La cosa está bastante mal, las ventas han descendido más del 50% del año pasado a este. Aquí al mercadillo, la crisis ha tardado en llegar un poquito más, pero ha llegado. Estamos muy flojos”, coincide Ángel Hernández, vecino de puesto del anterior. Y es que la competencia es ahora mucha fuera del mercadillo. “Los precios están más bajos que nunca y la gente no se anima a comprar. No se ha vendido tan barato y con tan poco margen de ganancia en la vida”, afirma Ángel.

“Los mercadillos ya no son rentables”

Raúl Restrepo, quien es miembro a su vez de la Junta de Representantes del Mercado Tradicional de Venta Ambulante en el Ayuntamiento de Huesca, cifra en un 40% el descenso en las ventas. “Venimos arrastrando, no solamente la crisis, sino también los continuos cambios que hemos sufrido aquí en Huesca. Nos han cambiado de sitio tres veces en menos de cinco años y eso se nota mucho en cualquier tipo de comercio”, asegura Raúl. Comenta además como la tasa municipal -2,30 euros por metro cuadrado y día. El mínimo permitido es de 6 metros cuadrados- es, en su opinión, muy alta, en relación con otras ciudades como Zaragoza, a pesar de la rebaja del 15% aplicada por el Ayuntamiento. Todo ello se ha notado también en el número de vendedores. “Éramos más de 130 y ahora estaremos alrededor de 96”, señala este vendedor. Se sienten, eso sí, apoyados por el Consistorio oscense. “En todo momento nos han escuchado y nos han abierto sus puertas. Siempre han estado de cara a nosotros”, estima Raúl.


“Pagamos muchos impuestos y esto es la ruina. Igual tenemos que dejar los mercadillos. Está todo muy mal. Llevamos ropa a 10 euros y no nos la compran. Se pide más ropa usada, a 1 o 2 euros”, señala así Miguel Castellón, otro de los vendedores del mercadillo oscense. “El Ayuntamiento nos ha hecho una rebajaba en las tasas, es cierto, pero no si no se vende ¿Qué vamos hacer? Y al igual que todo el mundo, tenemos hipotecas y otros pagos y tenemos familia. Además, cada vez hay más centros comerciales grandes que también nos hacen la competencia. Es el animal grande que se come al pequeño”, opina  Manuel Fernández. “El gasoil también nos resulta muy caro, usamos mucho la furgoneta, lo que supone entre 20 y 30 euros, además de la cuota de autónomos”, explica Pepe Giménez, compañero de los anteriores.

“No tenemos ni para cubrir gastos”

Las noticias sobre la actual situación económica que aparecen en los medios de comunicación hacen, en opinión de Óscar Hernández, que la gente se lo piense más a la hora de gastar dinero. “Antes era un trabajo con el que te podías ganar la vida bien y ahora casi nos cuesta dinero. Hay muchos días que no sacamos ni para cubrir gastos. Pero bueno, hay que esperar. Cuando se da una situación de crisis como esta todos tenemos que caer”, afirma resignado este vendedor.


Su compañero, Karim El Habib, de origen marroquí, hace también hincapié en la importante competencia que suponen los comercios orientales. “Si tienes que pagar la cuota de autónomos, comprar materiales para vender o quieres hacer una ampliación de tu puesto, al final, no te queda nada. Antes se vendía mucho, ahora la cosa ha bajado un poco. La gente ha gastado además mucho dinero en las fiestas de Navidad y ahora vienen más a mirar o a pasear”, afirma Karim.