SUIGUIENDO EL RASTRO

Vecinos de Ribagorza fotografían más huellas del oso en la zona de Laspaúles

Una familia que iba de excursión el domingo al Pico Turbón no vio físicamente al animal, pero pudo observar las marcas de sus patas en un camino.

Detalle de una de las huellas fotografiadas por los excursionistas.
Vecinos de Ribagorza fotografían más huellas del oso en la zona de Laspaúles
A. G.

El oso vuelve a ser protagonista en la Ribagorza. Un grupo de excursionistas de la comarca en su ascensión hacia el puerto de Las Aras (Laspaúles) han sido, por el momento, las últimas personas que han encontrado evidencias de la presencia de estos animales en la Alta Ribagorza, concretamente en la cara norte del pico Turbón.


Los hechos ocurrieron el pasado domingo 8 de mayo. Una familia de la comarca se encontraba de excursión por el entorno del pico Turbón -situado en el corazón de Ribagorza- cuando descubrió en mitad del camino que seguían unas reveladoras huellas. «Subíamos desde Abella hacia el puerto y la ermita de Las Aras, el tradicional paso entre las vertientes norte y sur del Turbón que comunicó históricamente la Ribagorza occidental, cuando a mitad del camino nos encontramos sobre la pista por la que andábamos unas huellas frescas que eran indudablemente de un plantígrado», relató Víctor Catalá, un veterinario que vive en Bonansa y que está acostumbrado por profesión y por afición a distinguir los distintos tipos de huella que dejan los animales.


Catalá señaló que «como ocurrió hace unos días en Gabás, también en Bonansa hablan los pastores de la presencia del oso y comentan que pueden ser un par los ejemplares que se han establecido por la zona» y por eso no le extrañaron la huellas.


Ni él ni su familia vieron físicamente a los animales pero su rastro, fresco y patente marcado en el charco y en mitad del camino, evidencian la presencia de los osos muy cerca de los parajes poblados o muy frecuentados por excursionistas y en zonas de paso y ramoneo de numerosos ganados.


Otras huellas cercanas


El lugar está cerca de Gabás (Bisaurri), el núcleo en el que desde mediados de marzo se han detectado también huellas del oso. Fueron los propios ganaderos, con el apoyo del sindicato agrario Asaja, quienes denunciaron la presencia del plantígrado cerca de uno de los rebaños que ya fue atacado el año pasado. Además, temían que el animal fuera acompañado de crías. Pero el departamento de Medio Ambiente, que desde el pasado 18 de marzo y gracias al trabajo de la patrulla de seguimiento de estos animales tiene constancia de la presencia del oso en la zona, negó «tajantemente» que el animal estuviera «acompañado de oseznos», insistieron en que «todos los rastros son de un solo ejemplar» y que probablemente se trata de Sarousse, una hembra de origen esloveno que fue reintroducida en 2006.