SUCESOS

Un empleado de Panticosa arroja un féretro con restos humanos a un punto limpio

El operario exhumó un nicho para enterrar allí a otra persona más, pero al no contar con suficiente espacio se deshizo de la antigua cajaEl alcalde dice que fue "sin mala fe" y que la familia no ha denunciado.

El misterio del féretro que un hombre encontró hace tres semanas en el punto de limpio de la localidad de Panticosa ya está desvelado: un operario municipal tuvo que exhumar un nicho para enterrar allí a otro familiar más y como no disponía de suficiente espacio físico decidió deshacerse de la antigua caja y de los restos que contenía. La Policía Judicial de la Guardia Civil, según el explicó el alcalde de la localidad, José Luis Pueyo, enseguida se personó en el lugar, para investigar lo sucedido. Pero el caso ya se da por cerrado. La familia de los fallecidos no ha presentado denuncia alguna, confían en que se olvide el tema cuánto antes y solo piden respeto, comentó el primer edil.

La historia se remonta a hace tres semanas, tras el fallecimiento de una anciana en una población del valle cercana. Su familia decidió darle sepultura en la localidad de Panticosa, en el mismo nicho en el que estaban enterrados sus padres, fallecidos hace más de medio siglo, y, según algunas fuentes, también un sobrino de la mujer.

El operario de la brigada del Ayuntamiento encargado de la exhumación de los restos se acercó al cementerio municipal de Panticosa, abrió el nicho y recogió los restos de los fallecidos con el objetivo de volver a depositarlos otra vez en el mismo lugar y junto al nuevo ataúd. Pero al comprobar que el espacio físico de la tumba era insuficiente decidió llevar el ataúd al punto limpio de la localidad.

Avisaron a la Guardia Civil

Días después un vecino que paseaba por las inmediaciones del vertedero observó un féretro que tenía más medio siglo, con algunos restos en su interior y enseguida avisó al alcalde de la población. José Luis Pueyo informó que él mismo, que en ese momento se encontraba de viaje, se puso en contacto con el cuartel de la Guardia Civil para relatar lo sucedido.

En el lugar se personaron agentes de la Policía Judicial para empezar las pesquisas y, además, trasladaron los restos humanos hasta el depósito de Jaca para su investigación. Enseguida se descubrió lo que había sucedido: que el empleado municipal que había exhumado unos restos para enterrar a otra persona más en un nicho los había depositado allí, en el punto limpio.

"Fue un fallo, un descuido, lo hizo sin ninguna mala fe", añadió José Luis Pueyo, quien pidió respeto para la familia de los fallecidos que "quiere olvidar lo ocurrido", insistió.