TRADICIÓN

Pozán celebra 10 años de éxitos de la chireta

Un millar de personas degustaron ayer 2.500 raciones de este delicioso manjar, símbolo de la economía rural de subsistencia de la comarca del Somontano. Su promotor, Antonio Buil, garantizó la continuidad de esta fiesta "porque es un orgullo para Pozán", subrayó.

La receta tradicional marca que hay que cocer las chiretas durante hora y media.
Pozán celebra 10 años de éxitos de la chireta
J. L. P.

Alrededor de un millar de personas dieron buena cuenta ayer de 2.500 chiretas en Pozán de Vero en la décima edición de la Fiesta de la Chireta organizada por el asador y carnicería MEBA Casa Calasanz de esta localidad del Somontano, en colaboración del Ayuntamiento, la Comarca y la Diputación Provincial de Huesca.


La fiesta gastronómica volvió a ser un éxito de participación. El buen tiempo y el aroma de este sabroso alimento tradicional, símbolo de la economía rural de subsistencia del Somontano y otras comarcas colindantes, atrajeron hasta la explanada del asador y carnicería a numeroso público del Somontano y otras poblaciones.


Las mujeres de Pozán de Vero llevaban varios días preparando este sabroso y laborioso manjar tan tradicional en el Somontano cuyos ingredientes son: arroz, menudillos, alcorzado y corazón del cordero, perejil, ajos, pimentón, pimienta y canela, todo ello envueltos en un saco de tripa de cordero cosida para después cocerse durante una hora y media.


Mientras las mujeres terminaban ayer por la mañana las 2.500 chiretas que luego se degustarían, los hombres prepararon un fuego de leña y un caldero metálico de 2.000 litros de agua de capacidad donde sobre el mediodía comenzarían a hervir las chiretas.


Hasta que llegó la hora de la comida, el público disfrutó de la agradable mañana dominical en la explanada del asador, deambulando por las calles de Pozán de Vero o visitando el mercado artesanal, que organiza la asociación cultural para dar mayor realce a la fiesta, y que contó con una veintena de puestos agroalimentarios, de decoración, bisutería y ropa, antigüedades, olivos, repostería y dulces en torno a la calle Joaquín Campodarve.


A las 14.30 se sirvieron las chiretas acompañadas de longaniza, chorizo y pan, al precio simbólico de un euro. El propietario de Casa Calasanz y la fábrica MEBA, Antonio Buil, se mostró muy satisfecho al comprobar que todo el esfuerzo de los días previos había valido la pena. "La gente no se cansa de comer chiretas y este año hemos hecho más porque gustan mucho ya que las mujeres de Pozán las hacen con mucho amor", explicó Buil, quien garantizó la continuidad de esta fiesta en años posteriores "porque es un orgullo para Pozán y además ahora que acabo de ser padre ya hay uno que empuja", dijo.


Fieles a la receta tradicional


Su hermana Conchita explicó que el secreto de las chiretas está en "ser fieles a la receta tradicional que se ha seguido llevando de generación a generación". "Tal y como lo hacían las abuelas, así las preparamos. Antes se lavaba la tripa del cordero en el río y preparaban las chiretas para la fiesta de San Macario (patrón de Pozán el 2 de enero) porque había que agasajar a los familiares de fuera. Es un plato de fiesta, no es difícil pero sí que es costoso", afirmó.


El acto atrajo también a autoridades como los alcaldes de la comarca, el presidente comarcal y el presidente de la DPH, que valoraron esta iniciativa como forma de promoción del territorio.