RECREACIÓN

Montañana viaja al medievo de la mano de nobles y herreros

Este fin de semana se celebra en el conjunto monumental de la Ribagorza unas Jornadas para dar a conocer el origen del enclave.

Uno de los voluntarios muestra a los visitantes y turistas el armamento de la Edad Media.
Montañana viaja al medievo de la mano de nobles y herreros
ÁNGEL GAYúBAR

Aunque arrancaron tímidamente a primera hora de la mañana, conforme fue avanzando el día numerosas personas se acercaron ayer hasta el núcleo ribagorzano de Montañana para disfrutar de las Jornadas Medievales organizadas este fin de semana por la Asociación Cultural Histórica Aragonesa (ACHA). La Asociación de Amigos de Montañana, en colaboración con la Fundación Montañana Medieval y la Asociación Ribagorza Románica, está detrás de esta iniciativa.


Y es que ACHA montó ayer sábado, y mantiene durante toda la jornada de hoy, un campamento medieval en el conjunto histórico y monumental de Montañana, cuyas calles y recinto amurallado han recuperado por unos días la presencia de los nobles, caballeros, cortesanos, monjes o arqueros que dieron vida a este recinto desde hace casi un milenio. Los visitantes también pueden contemplar en su deambular por este majestuoso complejo urbano el trabajo de los carpinteros, herreros y otros personajes de la Edad Media, vivir las explicaciones sobre el armamento e indumentaria de la época.


Además de la visita guiada que ofrece habitualmente la Oficina de Turismo de Montañana, los visitantes pudieron disfrutar ayer sábado -y lo podrán hacer hoy domingo- de sorprendentes recorridos en los que la historia se vuelve presente y el espíritu de las gentes que poblaron esta localidad se recupera de nuevo para disfrute de todos los asistentes.


En el campamento, los miembros de ACHA muestran a los interesados una panoplia del armamento habitual utilizado en los siglos XI, XII y XIII y acompañan la muestra con amenas explicaciones sobre sus características, sobre quiénes lo utilizaban -señores o villanos que también se distinguían en las armas y defensas que portaban-, la época concreta de su utilización en los conflictos bélicos o el uso específico de cada uno de los elementos expuestos.


Todo ello en el interior de un conjunto amurallado que se cierra con la majestuosa iglesia de Nuestra Señora de Baldós que, por sí sola, merece una detenida visita por su particular decoración escultórica y pictórica.