EDUCACIÓN

Más de 1.200 jóvenes luchan por una de las 45 plazas de profesor de Educación Física

Desde ayer se celebra en Huesca la oposición de dos especialidades: gimnasia y francés. En esta última hay 10 plazas para 179 candidatos.

Cientos de jóvenes a las puertas del IES Lucas Mallada, momentos antes de comenzar el examen.
Más de 1.200 jóvenes luchan por una de las 45 plazas de profesor de Educación Física
JAVIER BLASCO

Hay quien aseguraba que si no se conjuran todos los astros le resultará imposible conseguir una plaza fija como profesora de Educación Física. Los había que solo habían ido a ver cómo era el examen. Y también, aunque los menos, que confiaban en que una de las 45 plazas de esta especialidad a las que optan 1.220 personas sería suya. Eran los jóvenes que ayer en los institutos Lucas Mallada y Sierra de Guara realizaban la oposición. En Huesca, además, otras 179 personas luchaban por una de las 10 vacantes de maestro de francés que ofrece Aragón. Las pruebas de otras especialidades (hay un total de 320 plazas) se realizaron en Zaragoza y Teruel.


«Yo vengo con poca motivación», aseguraba José María a las puertas del Lucas Mallada mientras daba un último repaso a los apuntes. «Solo por ver cómo es el examen», añadía. Para su compañero y homónimo también esta era su primera oposición. «Lo veo difícil, hay mucha gente», relataba.


Sin embargo, Ana Ballespín confiaba en poder trabajar los próximos años como profesora. «Obtener la plaza es difícil, porque de las 45 para Educación Física 2 son para discapacitados, pero quedarme en buena posición y que me llamen desde principio de curso para sustituciones y bajas, sí», comentaba minutos antes de entrar en la prueba. Y es que esta era su segunda oposición y en la anterior, con más de 7 no consiguió entrar, aunque si algún trabajo temporal, lo que le ayuda a sumar puntos.


Mientras, Silvia, Arancha y Ana, otras aspirantes no habían acumulado ninguno por trabajo. «Pero de cursos, sí. Hemos pagado muchos puntos», decía con ironía una de ellas.


En lo que todos estaban de acuerdo es en que el hecho de que no haya oposiciones en todas España les perjudica. «Han venido de muchas provincias vecinas. En la pasada éramos 800 opositores y en esta, 1.200», criticaban.


Las bolas para elegir los temas del examen no se aliaron con ellos. Cayó el 16 que nadie quería, el mismo que hace tres años y otro más. «Mucha gente se ha levantado y se ha ido», relataba María al final de la prueba. Para los que se quedaron, parte de la suerte ya está echada. Les queda leer el tema ante el tribunal, defender la programación que han preparado (hasta 60 folios en los que explican el programa que realizarían para la asignatura) y presentar una unidad didáctica. Así que por delante todavía les queda un mes de nervios hasta que conozcan si una de las tan solicitadas y anheladas plazas fijas como maestro es suya.