PIRINEOS

Los vigías de las montañas

Las montañas son el símbolo de la grandeza del mundo natural. Diversas personas y colectivos se dedican a la consevación y salvaguardia de estos serenos paisajes.

Imagen de los Pirineos
Los vigías de las montañas
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Parecen duras y grandiosas, pero son más frágiles de lo que uno cree. Las montañas son en realidad ecosistemas vulnerables a cualquier transformación, a la acción destructora del hombre, al cambio climático? y constituyen, para muchas personas, algunos de los escenarios salvajes y naturales más bellos de toda la Tierra.


Queridos y valorados por el conjunto de la sociedad, los paisajes de montaña vieron nacer en sus valles y cumbres los primeros parques nacionales del mundo, con la declaración en 1873 del Parque Nacional de Yellowstone, a iniciativa del escritor John Muir, quien destacaría la belleza escénica y el escaso grado de intervención humana de estas montañas del norte de América.


Aragón y la provincia de Huesca no han sido ajenos ni a esa corriente conservacionista ni a este despertar en las áreas protegidas. En 1918, a instancia de Pedro Pidal y del pirineísta francés Lucien Briet, se declaraba el Parque Nacional del valle de Ordesa o del río Ara, a los pies del macizo de Monte Perdido, que años después se ampliaría ante el proyecto de construir una presa para aprovechamiento hidroeléctrico en el vecino Cañón de Añisclo. Universidades, clubes de montañismo, organizaciones ecologistas como la Sociedad Española de Ornitología y Adena -representada por Félix Rodríguez de la Fuente- reivindicaron con éxito e l abandono de dicho proyecto en un alegato masivo en defensa de estos valles de montaña del Sobrarbe.


Iniciativas premiadas


También hay que destacar que organizaciones deportivas como Montañeros de Aragón o el club Peña Guara se han distinguido por su pasión, su sensibilidad medioambiental y su largo devenir en la defensa de todo lo relacionado con los Pirineos, motivo que les ha llevado a ser reconocidos en distintas ocasiones, tal y como es el caso del Galardón Félix de Azara que en el año 2003 entregó la Diputación de Huesca a Peña Guara.


Y, sin ir muy lejos, el último Premio Medio Ambiente de Aragón recayó hace un par de semanas en la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM). De esta manera, el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón reconocía el esfuerzo de la FAM en la gestión ambiental de varios refugios de montaña que cuentan con la certificación ISO 14.001, y su implicación en los órganos colegiados de espacios naturales protegidos, en la Mesa de la Montaña, o en el proceso de participación pública del Plan de Ordenación de los Recursos de Anayet-Partacua? siendo una federación deportiva que desde 1985 cuenta con un Comité de Defensa de la Naturaleza.


Eduardo Martínez de Pisón, notable geógrafo de montaña afincado en Madrid y muy vinculado a Aragón, explica que el Pirineo es un bien de la cultura, de muchas categorías, y que no solamente es un bien natural. "Es un retiro que hay que defender. Todo en él tiene un valor increíble. Tenemos que estar seguros de lo propio, hay que mantenerlo, sostenerlo y mimarlo. Estas montañas están llenas de belleza y no se puede actuar salvajemente. Porque la pérdida de dignidad de los paisajes naturales conlleva la pérdida de la dignidad de las personas".


Un parque internacional


En esa lucha por la protección de los Pirineos está también la Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón, compuesta por colectivos como Ansar, SEO/BirdLife o Ecologistas en Acción, y desde donde se reivindica la declaración de un parque internacional para la cordillera, un gran espacio protegido que vaya más allá de las fronteras en este tiempo de crisis y a la vez de grandes eventos como la celebración de unas olimpiadas.


Tenemos la suerte de que nuestras montañas más próximas aún conservan el valor del paisaje intacto, sin devaluar, un espacio también moral donde es posible la pausa y donde se puede sentir la grandeza del mundo. Y eso es algo que, sea como sea, no debemos dejar perder frente a la especulación y a las distintas agresiones humanas que podrían despojar a estas bellas alturas de esa esencia única.