INFRASTRUCTURAS

Los 4,5 kilómetros de Lascellas en la autovía a Lérida se abren el día 20 tras 5 años de obras

Su puesta en servicio permitirá circular por 68,2 kilómetros seguidos entre Siétamo y Binéfar sin volver a la N-240.

La empresa adjudicataria ultima los trabajos de construcción del tramo que se abrirá el día 20.
Los 4,5 kilómetros de Lascellas en la autovía a Lérida se abren el día 20 tras 5 años de obras
JAVIER BLASCO

No habrá corte de cinta ni se descubrirá ningún mojón porque la ley electoral lo prohíbe. Pero la norma sí que permite poner obras acabadas en servicio y es lo que el Ministerio de Fomento tiene previsto para el próximo miércoles día 20, justo la víspera de Semana Santa. Es la fecha, si no hay contratiempos que lo impidan, en la que abrirán al tráfico los 4,5 kilómetros de la autovía A-22 entre Huesca y Lérida que quedan pendientes a la altura de Lascellas y que obligan ahora al conductor a volver a la N-240. Tras cinco años de obras y varios plazos incumplidos, se pondrá en servicio esta parte que interrumpía la vía y que permitirá ahora circular por 68,2 kilómetros seguidos de autovía entre Siétamo y la variante de Binéfar.


Son los primeros kilómetros de la A-22 que se abrirán en 2011, que para el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, será «el año de la autovía» entre Huesca y Lérida. Apurando mucho los plazos y antes de las elecciones, ya se piensa en poner en servicio los 6,3 kilómetros entre la variante de Binéfar y el límite provincial con Lérida. Es el tramo central de los tres que quedan en obras y que suman 30 kilómetros. Los 13,8 de la variante de Binéfar, situados a partir de la de Monzón ya en uso, se quieren acabar en el mes de julio. Entonces solo quedarán los últimos 9,8 kilómetros desde el límite provincial de Lérida hasta la variante de Almacellas, que podrían estar listos a finales de año.


De este modo, antes de 2012, que marca el inicio de otro periodo electoral, quedará abierta toda la autovía entre Siétamo y Lérida, que sumará 94,3 kilómetros. Pero si el escollo de Lascellas parece salvado, todavía queda otro por superar: el tramo entre Huesca y Siétamo de 13,2 kilómetros. Ahora, tras la puesta en servicio prevista para el día 20 -según fuentes oficiales-, en la provincia de Huesca habrá 68,2 kilómetros seguidos, pero será necesario volver a tomar la N-240 antes de Binéfar hasta la zona de Almacellas. Allí se enlaza con los últimos 9,4 kilómetros hasta Lérida, que ya están en servicio. De este modo, el miércoles quedará abierto el 72% del trazado.


Con esta esperada puesta en servicio, se suprimen las dos rotondas existentes a la altura de Abiego y las otras dos en Ponzano para pasar de la autovía A-22 a la N-240 solo para salvar 4,5 kilómetros. Esta situación hace que muchos conductores, según el destino, prefieran circular por la antigua nacional. Es la zona en la que apareció una sima en 2007 de grandes dimensiones que paralizó las obras del tramo entre Velillas y Ponzano durante dos años.


El tramo comenzó a construirse en 2006 y debía ser el segundo del trazado entre Huesca y Lérida en inaugurarse a principios de 2009, tras la variante de Monzón, por la que se circula desde julio de 2008. Sin embargo, el movimiento de tierras que partió en dos un montículo situado cerca del puente del Alcanadre obligó a modificar el proyecto, ya que no se podía mantener el trazado previsto inicialmente.


Después se fue retrasando una y otra vez su puesta en servicio. Primero se habló de marzo de 2010 con la intención de abrir todo el tramo al completo, mientras que en vista del retraso, en julio del pasado año se abrió la parte anterior entre Siétamo y Velillas y todo el tramo afectado hasta el desvío de Abiego, donde se vuelve a la N-240 para atravesar Lascellas. Entre tanto, se puso en servicio la parte entre Ponzano y El Pueyo en enero de 2009 así como la variante de variante de Barbastro en febrero del año pasado.


El alcalde del municipio Lascellas-Ponzano, Félix Borruel, aunque desconocía ayer la fecha de puesta en servicio, solo espera que «se cumpla» después de varios plazos a los que no se ha llegado. A pesar de lo crítico que se ha mostrado por las sucesivas paralizaciones de los trabajos, asegura que será una «gran obra» para el municipio, desde donde además cuentan con dos accesos, el del desvío de Abiego así como el de Ponzano.


Las obras en Binéfar


Por otro lado, las obras a la altura de Binéfar siguen a buen ritmo. El tramo más avanzado y, por ello, el que está previsto abrir antes es el situado entre la variante de Binéfar y el límite de la provincia de Lérida, donde en los últimos días se colocaban ya los quitamiedos a falta de la señalización horizontal y vertical. En el caso de la variante de Binéfar, todavía queda un poco más de trabajo. Ahora, las máquinas se centran en la conexión con dicha población.