LOS PRÓXIMOS CUATRO AÑOS

Los carrizos vuelven a la ribera del río Flumen para depurar sus aguas

El proyecto, bautizado como 'CREAMAgua', tiene una ayuda europea de dos millones. La iniciativa se desarrollará en los próximos cuatro años y se podrá exportar a otros países.

César Pedrocchi, Manuel Conte, Alfonso Calvo y Javier Arbaizar en la presentación.
Los carrizos vuelven a la ribera del río Flumen para depurar sus aguas
RAFAEL GOBANTES

Utilizar vegetación acuática para depurar las aguas del único río de Los Monegros, el Flumen. Este es el objetivo del proyecto 'CREAMAuga', una iniciativa muy natural que pasa por recuperar las riberas del cauce y llenarlas de carrizos que limpien los caudales de los azarbes antes de que se incorporen al río. La idea está impulsada por la comarca, cuyo presidente, Manuel Conte, sueña con volver a pescar barbos en este arroyo. Y aunque suene a utopía, Europa ha creído en él y ha subvencionado con dos millones de euros el desarrollo de esta actividad.


El proyecto, seleccionado por la Unión Europea entre más de 600 iniciativas, se desarrollará a lo largo de los próximos cuatro años. Su fácil mantenimiento y su naturalidad, ya que se basa en utilizar suelos improductivos para crear balsas con carrizos que depuren el agua y el no gasto de energía ni necesidad de sistemas de mantenimiento, dan más valor a la iniciativa. Así lo explicaron ayer los responsables del proyecto en la presentación en Huesca. En dicho encuentro participó el presidente de la comarca de Los Monegros, Manuel Conte, durante la presentación. Junto a él estuvieron también el jefe de servicio de estudios medioambientales de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Alfonso Calvo, un directivo de KV Consultores de Ingeniería, Proyectos y Obras, Javier Arbaizar, y el científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), César Pedrocchi.


Balsas laterales

La obra básica, explicó Pedrocchi, no es otra que crear balsas laterales con carrizos. El agua procedente de las azarbes de regadío y de las granjas, antes de incorporarse al cauce del Flumen, deberán transitar un par de días por estas zonas de riberas. "Si pasa lentamente el carrizal puede retirar más de un 90% de nitrógeno", relató el científico. "También retiene sales y materiales sólidos en suspensión", añadió. De este modo, el agua llega depurada al río tal y como ya ha comprobado en el Instituto Pirenaico de Ecología, dependiente del CSIC, con estudios experimentales que son la base de este gran proyecto.


Dichas balsas se habilitarían en suelos improductivos, en las riberas que deberá recuperar la CHE y los ayuntamientos por los que discurre el río monegrino hasta que confluye, a la altura de Sariñena, con el Alcanadre. En algún caso, describió Conte, incluso se baraja la idea de comprar o realizar un trueque con los propietarios de los terrenos. Calculan que serán necesarias unas 800, un 2% de la superficie regable.