TRÁFICO

La autovía A-23 entre Jaca y Sabiñánigo se pone este martes en servicio

Con una inversión de 30 millones de euros y años de obras, el tramo entre Jaca y Sabiñanigo de 10 kilómetros abre a la circulación este martes.

La autovía entre las localidades oscenses de Jaca y Sabiñánigo, un tramo de diez kilómetros correspondiente a la autovía Mudéjar A-23, se pondrá en funcionamiento este martes tras varios años de obras y una inversión superior a los 30 millones de euros.


El inicio del tramo se sitúa en la intersección oeste de Sabiñánigo, siendo su trazado paralelo a la N-330, y finalizando el mismo en el acceso este de Jaca.


Además de la autovía, se han construido dos enlaces en Martillué y Guasa, el primero de los cuales da acceso a las localidades de Martillué y Espuéndolas, y el segundo a las de Guasa e Ipas, y se han realizado 35 viales para mantener la accesibilidad del territorio, han informado hoy fuentes del Ministerio de Fomento en un comunicado.


El drenaje longitudinal se asegura mediante cunetas, drenes, bordillos y bajantes y el transversal se completa con 32 obras de fábrica, que además de su misión de drenaje aseguran la permeabilidad a la fauna.


A lo largo de este tramo se han creado cuatro puentes, tres de los cuales salvan los barrancos de Borrés, Espuéndolas y Revisé, mientras que el otro salva el río Gas.


También se han ejecutado tres estructuras para resolver un paso de camino, otro para restituir el acceso a Espuéndolas y Martillué y un tercero para reposición de la línea de ferrocarril Huesca-canfranc.


Como obras complementarias se han dispuesto pasos de mediana, cerramiento en todo el tramo de autovía y canalizaciones para servicios.


La puesta en servicio de este tramo de la autovía A-23 sigue a la apertura al tráfico el pasado viernes de los dos primeros tramos de la autovía del Pirineo A-21 en territorio aragonés y los primeros ocho kilómetros de autovía en toda la red de carreteras de las comarcas de la Jacetania y el Alto Gállego.