UNIVERSIDAD

El campus de Huesca repasó los balnearios naturales de Aragón

El escritor José Bibián hizo un recorrido por manantiales como el de Panticosa o los de Alhama, en Zaragoza, dentro del programa de la Asociación de Antiguos Alumnos de la Universidad de la Experiencia.

El escritor José Bibián
El campus de Huesca repasó los balnearios naturales de Aragón

José Bibián, abogado, escritor, autor del volumen ‘Historia de los balnearios de Aragón’ y colaborador en varios medios de comunicación del Alto Aragón, fue el protagonista la mañana del lunes de la ponencia organizada por la Asociación de Antiguos Alumnos de la Universidad de la Experiencia. Durante su intervención, que tuvo lugar en una de las aulas de la Facultad de Empresa y Gestión Pública de Huesca, Bibián hizo un repaso por la historia y de las propiedades de las aguas termales de balnearios aragoneses como los Baños de Benasque, Panticosa y Las Vilas del Turbón, en Huesca; Manzanera, en Teruel; Jaraba, Paracuellos de Jiloca y varios de los existentes en Alhama, en la provincia de Zaragoza.


“En el caso de los balnearios del Pirineo, las indicaciones terapéuticas que tienen están relacionadas con las vías respiratorias, como es el caso del que describe en la novela ‘La montaña mágica’, de Thomas Mann. En estos tres enclaves – Benasque, Panticosa y Las Vilas del Turbón- el aire es tan puro que no contiene el bacilo de Koch, causante de la tuberculosis”, explica el autor, quien lamentó el “mal momento” por el que atraviesa el de Panticosa a día de hoy, al no haber prosperado el proyecto de la empresa Nozar. El autor recordó también la tradición de “tomar las aguas” en el balneario de aguas ricas en sulfuros de Tiermas, en la comarca de la Jacetania y de las que el embalse de Yesa permite disfrutar tan solo cuando desciende el nivel de sus aguas, desde el mes de septiembre en adelante.


La zona de Paracuellos de Jiloca, en la provincia de Zaragoza, donde se encuentran el balneario que le da nombre, fue visitada ya, tal y como recordó Bibián, por romanos y griegos y musulmanes. También cuentan con una historia igual de antigua las aguas termales de la zona de Alhama de Aragón en la provincia de Zaragoza, donde la reina Isabel II disponía, incluso, de residencia propia. Además, fue uno de los escenarios utilizados por el músico oscense Daniel Montorio y su orquesta.


Las cabras que sanaron

Y aunque no se encuentra en tierras aragonesas, si no en la provincia de Cuenca, el ponente hizo también referencia al Real Balneario de Solán de Cabras, manantial, el cual, según cuenta la tradición, fue descubierto por un pastor de cabras que vio cómo aquellas de su rebaño que habían enfermado sanaban al contacto con sus aguas, de ahí el nombre de estas fuentes. Este enclave, alcanzó ya popularidad durante los reinados de Carlos III, Carlos IV y Fernando VII. “No debemos confundir, sin embargo, los balnearios con los ‘spa’ tan populares actualmente”, añadió, además, Bibián, “ya que estos últimos son, sobre todo, centros de belleza, y los primeros tienen un origen natural”.