Unas cuentas hojas de papel para formar una guirnalda, palomitas de maíz para simular la nieve y de una botella de cristal y corcho blanco, para recrear un Nacimiento. El Centro Cultural de Ibercaja Castillo de Montearagón de Huesca ha dado comienzo a un taller de decoraciones navideñas en el que los materiales principales son de desecho y el resto, lo hace la imaginación del artista. «Utilizamos materiales que rescatamos de la basura u objetos reciclados y realizamos siempre cosas muy sencillas, que pueda hacerlas todo el mundo», explica Marga Ferrer, monitora del taller.

Botellas, corcho, pequeñas ramas, papel… todo vale para convertirse en un artesano navideño. «Hemos realizado incluso un árbol con estropajos, otro con macarrones, también hemos hecho centros de mesa utilizando medias de rejilla y encaje. En fin, dejamos volar la imaginación, pero siempre buscando materiales sencillos, baratos y la mayoría, procedentes del reciclaje; y si hay algo que comprar, que sea muy económico», aconseja Ferrer.

De esta forma, cualquiera que lo desee, puede desafiar a la crisis decorando la casa en las próximas fiestas de una manera original y sobre todo, muy barata. Conviene así, a la hora de acercarse al supermercado, elegir aquellos productos que permitan después una mejor reutilización. «Con las botellas, por ejemplo, hemos realizado un pingüino y ahora, algunas de las alumnas están realizando un belén. Para el pingüino escogimos así botellas más estrechas y más largas, para el nacimiento, son más redondas y más rechonchas, con el fin de que las figuras parezcan humanas, pero con un aire moderno también», afirma Ferrer.Todo vale

La responsable del taller lanzó además algunas ideas rápidas para poner en práctica en casa. «Los conos de cartulina, por ejemplo, pueden cubrirse de casi cualquier cosa, por ejemplo, con palomitas de maíz, para simular un árbol nevado. Con los estropajos normales se puede simular la copa de los pinos con estas mismas cartulinas y con los metálicos, se puede crear también un efecto muy interesante», comenta Marga Ferrer. «También se puede aprovechar todo lo que nos da la naturaleza. Las castañas, por ejemplo, se pueden pintar de dorado y depositarlas en un cuenco de cristal, al igual que las ramas que cogemos en el campo o en el parque. No hace falta gastar dinero», añade la responsable de la actividad.

Uno de esos belenes con botellas de vidrio y bolas de corcho blanco lo está realizando, María Cruz Patino, una de las alumnas del taller. «Es para mis nietos y por eso mismo, voy a ponerle unos colores muy vistosos. Después, si puedo, haré unos angelotes. Hay que utilizar, aparte de los materiales de desecho, pinturas acrílicas, pero no son muy caras», asegura María Cruz. «Veremos lo que acaba siendo esta figura, esperemos que sea San José. Hay que aplicar varias manos de pintura para que no se vea que se trata de una bola de corcho», interviene, divertida, Carmen Noguera, compañera de la anterior. «Ahora, tal y como está todo, no queda más remedio que reciclar», asegura esta asistente al taller.

Con su toque personal

En el otro extremo de la mesa se encuentra María Jesús Lasierra, quien también tiene la intención de regalar su Nacimiento. «No cuesta mucho encontrar los materiales y se pueden hacer cosas muy bonitas», afirma María Jesús. Para Cristina Cañardo, también resulta importante, por otra parte, aplicar el toque personal de cada uno a cada obra. «La monitora nos orienta en la realización, pero nos deja libertad para escoger la forma y el color. Yo por ejemplo, quiero que mi nacimiento sea muy moderno y por eso voy a aplicar colores muy alegres», asegura.-