Manuel Blasco: "El Ayuntamiento es cicatero con sus ediles; precisa cuatro liberados y solo hay uno"

El popular Manuel Blasco, que deja la alcaldía para dedicarse al Congreso, afirma que nunca ocultó que abandonaría el Ayuntamiento si era elegido diputado.

Manuel Blasco (PP), en el despacho de la alcaldía de Teruel tras presentar su renuncia.
Manuel Blasco (PP), en el despacho de la alcaldía de Teruel tras presentar su renuncia.
Jorge Escudero

¿Por qué a la hora de optar entre el Ayuntamiento de Teruel y el Congreso prefiere este último?

Creo que 27 años de concejal, 9 de ellos como alcalde, son suficientes. Además es bueno un cambio, rejuvenecer la imagen, y así lo cree también el PP. Yo me centraré en representar a la provincia en el Congreso, que también es una gran responsabilidad.


¿Ha influido en su decisión pérder la mayoría absoluta que le permitió gobernar cómodamente en la pasada corporación?

No. Hay que recordar que antes de que dimitiera de la alcaldía Miguel Ferrer, en 2010, el PP ya buscaba un recambio para mí en el Ayuntamiento y luego, por aquella circunstancia, seguí cinco años más de alcalde. No hemos engañado a nadie. Hay que empezar con una nueva etapa en la alcaldía, aunque con el mismo grupo de personas y programa.


¿No teme que los votantes que le eligieron hace apenas 8 meses para ser alcalde estén decepcionados con su abandono?

No he oído ese reproche a nuestros votantes. Es el mantra del PSOE; de su portavoz, José Ramón Morro; y de quienes no nos votaron. Lo que interesa a nuestros votantes, que son mayoritarios en Teruel, es que siga gobernando el PP. Esto pone de los nervios al PSOE y otros partidos de izquierda. Pero en lugar de criticar al que gana las elecciones deberían analizar por qué no ganan ellos.


¿Cuándo encabezó la lista al Ayuntamiento, tenía previsto optar al Congreso?

Llevo tres legislaturas en el Senado y, lejos de castigarme por compaginar el Ayuntamiento con la Cámara Alta, siempre he sido el más votado. Me presenté al Congreso y hemos vuelto a ganar con el mejor resultado posible. En la campaña electoral se planteó este debate y yo nunca negué que lo razonable era, si era elegido diputado, mi relevo en la alcaldía. Lo dije públicamente.


¿Le pesa algún fracaso de su larga trayectoria municipal?

No hablaría de fracasos sino de asuntos pendientes, como la conversión del Asilo en un buen conservatorio y centro social.


¿La revisión del PGOU no es un fracaso con dos intentos fallidos en los últimos 15 años y medio millón de euros gastados sin ningún resultado?

Lo hemos intentado cuatro alcaldes. Es un fracaso colectivo porque el Ayuntamiento no ha conseguido sacarlo adelante, pero no es el asunto más grave que afecta a la ciudad. La crisis económica fue peor, porque llegó un momento en que se le cortó la luz al Consistorio por no pagar los recibos.


¿Y qué logro destacaría?

Recuerdo con un cariño especial la consecución del programa

europeo Urban para la peatonalización, lo que ha atraído inversiones y ha servido para que Teruel se crea su condición de ciudad turística. También se ha rehabilitado mucho patrimonio arquitectónico, lo que, unido a la promoción de Las Bodas de Isabel, ha cambiado por completo la capital. Es una de mis mayores satisfacciones.


Ni usted ni su sucesora, Emma Buj (PP), cobrarán del Ayuntamiento. ¿Tan mal están las arcas municipales que no pueden asumir la retribución del alcalde?

No tiene que ver con las finanzas municipales. Algún día espero que en Teruel aparquemos las falsas acusaciones de despilfarro. Hay instituciones como la Diputación que, con menos presión social y mediática, tienen mucha gente con dedicación exclusiva y, en cambio, en la capital, es imposible pactar más concejales liberados. Hay trabajo para que cuatro personas se dediquen a tiempo completo al Ayuntamiento. Pero las luchas cainitas lo impiden.


¿El Ayuntamiento es cicatero con sus políticos?

Totalmente. En Zaragoza, la mayoría de los concejales tienen dedicación exclusiva. Entre eso y solo uno para Teruel hay un término medio. El Ayuntamiento no puede bajar la actividad porque algunos de sus concejales más importantes no estén al frente de sus delegaciones al estar en sus trabajos. Eso solo ocurre en Teruel.


¿Cuáles son sus prioridades de trabajo en el Congreso?

He pedido estar en las comisiones que más afectan a la provincia, como la de la UE por la despoblación, Hacienda porque abordará el FITE y Fomento por la A-68 y el ferrocarril. Seré diputado para que se atiendan las necesidades de Teruel en los presupuestos, pero también respaldaré al Gobierno, si lo preside Mariano Rajoy.


¿Cómo valora los últimos escándalos de corrupción que salpican al PP valenciano?

Yo quiero que los responsables vayan a la cárcel cuanto antes y que devuelvan el dinero, ya sea en Valencia, Madrid o Teruel. La corrupción me produce un rechazo brutal, porque nos pone en el ojo del huracán a todos los políticos. Hay que rechazarla, también en mi partido. Pido una justicia rápida y que paguen quienes han defraudado a los votantes.


¿Contempla la posibilidad de elecciones anticipadas por imposibilidad de formar gobierno?

Yo quito gravedad a la repetición de elecciones. En cualquier democracia europea cuando no es posible la gobernabilidad se da la palabra al pueblo. Sería como una segunda vuelta a la española. Lo deseable es un gobierno de amplia base con partidos que defienden la Constitución, la unidad de España y el estado del bienestar, lo que incluye a PP, PSOE y C’s. Pero si no es posible el acuerdo, se convoca al pueblo, y que vuelva a hablar.

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