¿Cómo consigue un empresario frutícola triunfar en el mundo del deporte?

Por casualidad. Me gusta practicar deporte y la alimentación que había en el mercado no me sentaba nada bien, así que decidí fabricar yo mismo los geles energéticos con productos totalmente ecológicos. En principio eran solo para consumo propio.

Fue usted su propio conejillo de indias, ¿pensaba entonces que podría ser una nueva línea de negocio para su empresa?

No. Lo que pensaba era que yo era un bicho raro, pero comprobé que había otros muchos deportistas que tenían el mismo problema. Entre ellos un gran amigo y un gran atleta, Eliseo Martín, que en un campeonato de España tuvo que pararse por un problema estomacal. Comenzó a probar nuestro producto y vio que le sentaba bien. Otros corredores le preguntaban qué era eso que también le iba en las carreras y comenzó el boca a boca. Fue entonces cuando pensamos en las posibilidades de producirlo para su comercialización.

Un producto que les ha colocado en los puestos de cabeza...

Es cierto que comienza a haber empresas que empiezan a trabajar estos productos pero en la elaboración de geles energéticos con certificación ecológica somos la única en España y solo existe otra, una empresa francesa, en todo el mundo. Pero el verdadero logro no es ser los únicos sino que nuestro producto sienta bien a todos los deportistas.

¿Cuál es la fórmula del éxito?

La gran diferencia es que no llevan productos químicos, ni conservantes, ni aditivos, ni jarabe de glucosa, ningún mineral externo. Es un producto natural, con ingredientes como la miel. Y ¿a quién le va a sentar mal un producto con unas propiedades nutricionales y curativas como la miel?

¿Ha salido ya a los mercados exteriores?

Está en algunos, concretamente en la zona de Flandes y Países Bajos, Holanda, Luxemburgo o Bélgica, Italia y Portugal y estamos haciendo los primeros pinitos en Alemania. Y en unos días vamos a mandar las primeras muestras a Estados Unidos. Pero lo cierto es que nos hemos centrado mucho en el mercado interior.

¿Y viajaron hasta Río? ¿Lo ha llevado alguno de los olímpicos en su maleta?

Sí, sí, y ha sido un orgullo para nosotros estar en los Juegos Olímpicos. Uno de los deportistas que lo llevaba seguro, no sabemos si otros también lo han tomado sin que nosotros tuviéramos conocimiento, es Albert Ramos, un tenista de Mataró que hasta que descubrió los geles de Biofrutal no podía ni siquiera dar un bocado a una manzana durante la competición porque todo le sentaba mal.

Usted corre maratones, ¿hay que tener mucho fondo para mantener una pequeña empresa agroalimentaria en un pequeño pueblo del norte de Aragón?

Pues sí, la verdad. Hay que tener más que paciencia. Es necesaria mucha energía, constancia y perseverancia para mantenerse en el medio rural, donde la logística o el transporte, por ejemplo, tienen sus dificultades. Si a eso le sumas la crisis o las problemas de financiación... Y eso que nosotros, quizá por nuestra apuesta innovadora o la velocidad con la que hemos crecido, hemos contado con el respaldo de las entidades financieras.

¿Ha tenido que tomar alguno de sus geles para recuperar fuerzas en algunos momentos difíciles en el sector y en su empresa?

(Ríe). No he llegado a esos niveles. Lo que hemos tenido que tomar son decisiones importantes porque en el sector agroalimentario nos toca vivir momentos muy duros, por ejemplo, todos los efectos del veto ruso. Es cierto que muchas veces hay que sacar fuerzas de donde no las tienes.