gastronomía

Una ruta por los restaurantes chinos más auténticos de Zaragoza

En Delicias se concentran los establecimientos donde disfrutar del recetario más diferente de la cocina china.

El hot pot del restaurante chino Min Du es una de las elaboraciones más populares
El hot pot del restaurante chino Min Du es una de las elaboraciones más populares
 A. T.

Para acercarse a la comida china conviene huir de dos escenarios que se repiten mucho. Por una parte, del recetario protagonizado por arroz tres delicias, rollitos de primavera o pollo con almendras. Además, es recomendable alejarse de la idea de que en un 'chino' todo sucede muy deprisa y en 20 minutos se resuelve una comida.

Hay vida más allá de estas recetas y platos que invitan a un disfrute reposado a la mesa. La ruta que se propone a continuación incide en ello. Los siete establecimientos que se reseñan son 'chinos' auténticos, aunque casi todos han aceptado el juego de una cierta occidentalización de su carta.

En Zaragoza, la mayoría se concentran en el barrio de Delicias. Además, están muy cerca unos de otros. De alguna forma, representan el Chinatown que no existe en la capital aragonesa.

1-Min Du

Min Du (c/ Padre Manjón, 19-21) probablemente es el más auténtico de todos. La familia que lo dirige es de la provincia de Cantón, frente a la isla de Hong Kong, y en sus fogones el recetario de la zona es el gran protagonista. Importan productos, pero se han preocupado de cultivar sus propias verduras en la huerta zaragozana.

Sus clientes son mayoritariamente compatriotas, pero cada vez más zaragozanos se están animando a conocer su gastronomía tradicional. Lo mejor a la mesa es dejarse aconsejar y optar por un picoteo variado.

Para abrir boca puede estar bien el tofu marinado o los brotes de bambú acompañados con salsa de soja con vinagre. Más singulares son las patas de pollo o garras de Fénix (pao fen zua), para los amantes de las texturas cartilaginosas.

Una receta muy popular son las albóndigas de pescado rellenas de ternera y los caldos desgrasados se acompañan de muchos ingredientes. Otra opción es recurrir al 'hot pot'. En la mesa se pone un hornillo y, encima, un caldo sabroso elaborado con huesos de gallina, pollo o cerdo, además de especias picantes, en permanente ebullición. Al lado se coloca un carrito con carne, marisco, verduras y algas que se añaden a la sopa humeante para que se vayan cocinando en ella. Es la forma de compartir que tienen en China.

Restaurante Hui Feng
Restaurante Hui Feng
 A. T.

2- Hui Feng

Muy cerca está Hui Feng (c/ Graus, 12), donde se puede disfrutar de una carta de establecimiento occidentalizado, pero también tienen la versión autóctona, que es la que piden la mayoría de los chinos.

No es una novedad decir que su carta es extensa, porque es lo que sucede en casi todos los restaurantes. Las raciones son generosas y a los tallarines en distintas versiones le tienen bien cogido el punto. El pato asado y el pollo con salsa picante son platos muy populares.

Vitrina refrigerada de L'Exkina para elegir los ingredientes de las sopas
Vitrina refrigerada de L'Exkina para elegir los ingredientes de las sopas
 A. T.

3- L 'Exkina

En la confluencia de las calles Pedro Manjón y Unceta está la cervecería L´Exkina, donde la cocina de este país convive con una barra con tortilla de patatas o croquetas. Eso sí, la carta con las recetas solo se muestra en chino, bien grande, en uno de los ventanales.

Su especialidad es "la auténtica sopa china sin límite de ingredientes". Así reza el cartel del exterior. La idea es que el cliente elija libremente lo que más le apetece a la hora de confeccionar el plato de sopa o el salteado.

En el interior del local hay una gran vitrina refrigerada donde se muestran las distintas opciones. El precio unificado de carnes y verduras es de 18,95 euros el kilo. Se pesan los ingredientes seleccionados y se prepara la sopa. A gusto del consumidor.

Restaurante Xin Quaio, el chino de la calle Ávila
Restaurante Xin Quaio, el chino de la calle Ávila
A. T.

4- Xin Qiao

Seguimos en Delicias para acercarnos a Xin Qiao (c/ Ávila, 14). Es más conocido como "el chino de la calle Ávila". La decoración del comedor es parecida a la de la mayoría, pero no su carta, afortunadamente traducida al castellano, que se acerca bastante a cómo comen en este país. Sobre todo, el arroz frito de estilo casero. Lo mejor, dejarse aconsejar por unos camareros que apenas se defienden en español. Lo dicho, vivir la experiencia con la mente abierta.

Coloristas berenjenas chinas de Cielo Dragón
Coloristas berenjenas chinas de Cielo Dragón
A. T.

5- Cielo Dragón

Sin moverse de este populoso barrio, una visita muy recomendable es la de Cielo Dragón (c/ Vía Univérsitas, 61). La dueña, Qing Qing, y su equipo ofrecen un trato excelente desde hace más de 30 años y en todo momento le sugieren al comensal hacia dónde decantarse según sus gustos.

Como ellos mismos explican, “no se puede hablar de un solo tipo de cocina China”. Como sucede en un país más pequeño como es España, cambia bastante de unas zonas a otras. La suya es de una región al sur de Shangai, donde trabajan mucho los salteados y le dan protagonismo a las elaboraciones fritas y, también, a la cocina al vapor, especialmente los pescados.

Guotie o raviolis chinos de Cielo Dragón
Guotie o raviolis chinos de Cielo Dragón
A. T.

Las raciones son generosas y las presentaciones están muy cuidadas. En la mayoría de las recetas se ha optado por mantener en nombre original de los platos, sobre los que el comensal recibe todo tipo de explicaciones.

Los raviolis y las berenjenas de la casa son dos de los más destacados, pero también el arroz Yang Zhou, una buena alternativa para salirse del clásico arroz tres delicias. Sin duda, es uno de los mejores restaurantes de Zaragoza.

Teresa Wang, con una clienta en Casa Pan
Teresa Wang, con una clienta en Casa Pan
A. T.

6- Casa Pan 

En la frontera de Delicias hacia el centro de la ciudad, en Casa Pan (avda. Anselmo Clavé, 47), se transmite el espíritu de acogida de la dueña, Teresa Wang. El establecimiento lleva el nombre de su marido, Pan, un malentendido con el que tienen que lidiar a diario. “Todos los días entra gente pensando que somos una panadería”, confiesa Teresa sonriente.

Pues no. Lo suyo desde hace tres años es ofrecer, desde su discreta ubicación, cocina casera de su país. “Cada vez se acercan más zaragozanos que quieren conocer cómo es nuestra gastronomía tradicional”, prosigue. En la carta hay fotografías de todos los platos para que visualmente resulte más fácil el acercamiento.

Lo mejor es dejarse aconsejar por Teresa y su equipo, pero las verduras, en general, y las berenjenas chinas, en particular, merecen mucho la pena. También las sopas y los platos picantes y especiados.

Huadi Jiangke, a la izquierda, y uno de sus empleados, en el restaurante Ciudad del Dragón.
Huadi Jiangke, a la izquierda, y uno de sus empleados, en el restaurante Ciudad del Dragón.
A. T.

7- Ciudad del Dragón

Este recorrido termina en el centro de Zaragoza, en el restaurante Ciudad del Dragón (Coso, 12). Huadi Jiangke lo dirige desde hace casi 30 años, así que es uno de los clásicos de la capital aragonesa. El listado de sopas, arroces, pastas, huevos, verduras, pescados, mariscos y carnes es muy extenso, pero a la hora de decantarse por una propuesta diferente, casi conviene acercarse a sus platos especiales.

En general, se trata de elaboraciones que llevan más trabajo que el resto de la carta o que le dejan al comensal una cierta sensación de sorpresa ante lo que está por llegar. Es el caso de recetas que llevan nombres curiosos como Familia feliz a la plancha, una especie de plato combinado de marisco y carne, u Ocho cosas preciosas (picante). Por encargo, se animan con propuestas como bogavante al vapor o con queso, una elaboración muy popular en China.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión