gastronomía

Una ruta en Zaragoza para disfrutar de las flores en el plato y en cócteles

Del 18 al 28 de mayo se ofrecen 40 propuestas culinarias y de mixología donde aparecen en raciones, tapas, meriendas o combinados.

Lechuga viva en forma de ramo de flores de El Escondite
Lechuga viva en forma de ramo de flores de El Escondite
A. Toquero

La tercera edición de Zaragoza Florece regresa del 25 al 28 de mayo y alrededor de ella lo hace una versión gastronómica que va a dar mucho juego. Además, no solo se va a limitar a ese fin de semana, sino que empieza el jueves 18 y durará hasta el final del festival de flores.

'Ruta 49 Flores'. Así es como se denomina esta iniciativa llena de texturas, aromas y sabores de las 40 propuestas que se ofrecen. Hay tapas, raciones, meriendas, brunch, cócteles... En todas ellas las flores son las grandes protagonistas, ya sea como parte comestible, en forma de trampantojo o producto parecido a una flor, o como argumento decorativo.

La presentación de esta ruta gastroturísitca se ha celebrado este martes en El Jardín del Temple, donde se ha puesto el acento en la colaboración público privada. Además de la participación del Ayuntamiento de Zaragoza y de Zaragoza Florece, las flores han llegado de la mano de Innoflower. Esta empresa zaragozana las trabaja frescas, liofilizadas, deshidratadas y cristalizadas, y ha recibido numerosos premios por su innovación.

El sector hostelero colabora de la mano de los vinos 49 Millions, de Grandes Vinos y Viñedos, y Aj Cash y Vajillas Alda completan la lista de patrocinadores. Tras las presentaciones, lo siguiente ha sido disfrutar de algunas propuestas culinarias con este vino, cuya baja graduación alcohólica combina bien con los argumentos florales.

En El Jardín del Temple se han presentado algunos de los bocados de la ruta. 'Margarita se llama mi reina' es el nombre de la propuesta de Pizza Mía. Esta flor acompaña a una base de tomate natural con mozzarella di Napoli, albahaca y aceite virgen extra. Aunque para sabor inesperado, el del ajo blanco de borraja en la Gitanilla del Rabal de La Bocca, una coca de focaccia y anchoa del Cantábrico, gitanillas, flores eléctricas y palomitas del Pilar.

Los cócteles también están muy presentes en esta ruta
Los cócteles también están muy presentes en esta ruta
A. Toquero

Sorprendente también es la opción de El Escondite: un ramo de novia en forma de lechuga viva con frutos rojos y foie. Para los muy lamineros, Kachonwaa deleita con tres fresas cubiertas con chocolate ruby. ¿La peculiaridad de este chocolate? Es de color rosa, suave y tiene notas florales.

También hay innovación en esta ruta. La que propone, por ejemplo, Mazmorra by Macera con dos esferificaciones: una gilda esférica con pepinillo, piparra, alcaparra, perlas de Módena y mouse de anchoas con pétalos de flores, y salmorejo esferificado con aceite arbequina del Bajo Aragón y pétalos de flores.

La coctelería tiene mucho protagonismo. Zaragoza cada vez cuenta con más profesionales y establecimientos que apuestan por combinados sorprendentes, como Kamorra, de Taller Clandestino. Junto al ron extra viejo aparecen licor de chilli, chocolate blanco, maracuyá y espuma de cítricos floral.

Laura Carrera, de Innoflower, con una piruleta de flores cristalizada.
Laura Carrera, de Innoflower, con una piruleta de flores cristalizada.
A. Toquero

Además de la piña colada presentada por Nati Natillas, este local ha creado Tía Petunia, una tostada de aguacate con burrata cremosa llena de color floral. Y para los más osados, tal vez la apuesta sea Matisse River Café: una margarita eléctrica. Completa su oferta con vistas al Pilar alrededor de un plato de tomate con burrata decorada con capuccina y la tarta carrot flower.

Todas estas propuestas se han disfrutado en la presentación, pero hay más comida, cócteles... y flores. Simental, por ejemplo, sorprende con una flor de calabacín rellena de un salteado de carne de vaca. La Clandestina lo hace con un producto de temporada, espárragos de Novillas, con salsa de lima y velo de papada ibérica.

Por no hablar del sabor del mar, que está presente en Atuntaki de Bula, una tapa de ventresca de atún de Gadira con muselina de limón y pétalos deshidratados de aciano. Por supuesto, también hay carne. Una mención especial merece la chuleta en forma de tartar con helado de flor de romero y alioli de miel de flores de Boulevardier.

Lo dicho, mucho para elegir desde el 18 al 28 de mayo. Es tiempo de flores en Zaragoza.

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