gastronomía
Nuevo menú de La Malteadora con barra libre de cerveza
Los clientes tienen tres grifos a su disposición para maridar tortilla de bacalao, corvina y chuleta.
‘¡Sírvetela tú mismo!’. Este es el sugerente reclamo que el ‘brewpub’ La Malteadora acaba de trasladar a su clientela. Como si se tratase de una sidrería con barra libre, en este establecimiento proponen algo parecido pero con cerveza. Por supuesto, alrededor de un menú, que se puede disfrutar de viernes a domingo (de 13.00 a 17.00, a un precio de 36 euros, mínimo dos personas).
En el menú hay cantidad y calidad, tanto en la parte líquida como en la sólida. Esta última se inicia con un montadito de chistorra a la cerveza y continúa con tortilla de bacalao con ajetes y pimientos verdes.
Se pueden degustar tres tipos de cervezas, con la particularidad de que son los clientes los que la sirven en un vaso de pinta poniendo la cantidad y la espuma a su gusto. Lo recomendable es no llenarlo y levantarse las veces que haga falta para beberla en las mejores condiciones.
Las dos primeras recetas encajan muy bien con la más suave, la Lilya golden ale, la primera elaborada en La Malteadora. Es una rubia de amargor bajo, fácil de beber, que no llega a los 5 grados.
La degustación continúa con un lomo de corvina con ratatouille de verduras. El pescado se confita a baja temperatura con sus propios jugos para pasar por la brasa de carbón antes de salir a la mesa. En este momento coge temperatura y el punto ahumado. Se acompaña de un ratatouille de verduras especiadas. Sin duda alguna, una receta muy conseguida.
La corvina encaja bien con la Aragonesian, una rubia estilo american pale ale, de amargor medio y sabores cítricos. Precisamente, su punto más perfumado, ácido y frutal marida a la perfección con el pescado.
El colofón llega de la mano de la chuleta de vaca madurada ‘dry aged’ a la brasa. En este caso, se recomienda acompañarla con la cerveza La Pilarica, con más sabor que una golden ale y el punto lupulado justo.
Sorbete de limón o mojito son las opciones de postre. Eso sí, no hay prisa para levantarse de la mesa. Los grifos están a disposición de los clientes hasta las 17.00, así que la sobremesa se puede alargar un rato con la última cerveza.
