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Las verduras, directas a la freidora de aire: de berenjena a calabacín

Croquetas de espinacas, bastones de boniato o espárragos son algunas de las propuestas gastronómicas que se pueden hacer con ‘airfryer’.

La piel del calabacín es perfecta para purés, frita como 'chip' o cruda con aliño.
La piel del calabacín es perfecta para purés, frita como 'chip' o cruda con aliño.
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Las torrijas triunfan en la freidora de aire. También la tarta de queso, recetas con hojaldre o rosquillas. Hasta un huevo frito se puede hacer en una ‘airfryer’. Más allá de estos platos, las verduras también se pueden hacer en este electrodoméstico que cada vez más le gana el pulso a otros más tradicionales. Y no solo las patatas son un éxito, sino que el abanico se puede abrir al calabacín, la berenjena o los pimientos.

Para asar estas verduras, entre otras, recomiendan precalentar la freidora de aire a 200 ºC antes de introducirlas. Tras lavarlas bien bajo el grifo de la fregadera, se cortan en cuadrados más o menos del mismo tamaño, excepto los pimientos, que es mejor que sea a tiras.

Se depositan alrededor de 400 gramos de verduras en la cubeta de la ‘airfryer’ y se añade una cucharada de aceite de oliva. Se aconseja dejarlas de 10 a 15 minutos a 180 ºC, en ese tiempo se supone que ya estarán listas, aunque es bueno que se abra de vez en cuando para controlar el punto de cocinado.

Por último, se pueden presentar sazonadas con sal gorda, lo que le dará un toque especial. Puede ser una opción para comer solas o como guarnición de otro plato de carne o pescado.

Otra opción puede ser los espárragos, que acompañar con jamón. Para esta elaboración se precalienta la freidora a 180 ºC y se corta la parte inferior del tallo, que es más dura. El siguiente paso es envolver cada uno de los espárragos con un filete de jamón serrano. Ya envueltos, se dejan en la cubeta, sin aceite y sin superponer unos con otros. Tan solo es necesaria una cucharada de aceite de oliva virgen extra y dejar durante cinco minutos. Este plato es muy versátil, tanto que se puede rematar con un toque dulce o salado.

La última receta, tal vez más cercana a las conocidas patatas son los boniatos, que se sirven como bastones. El proceso es similar, se deben limpiar bajo agua y se cortan en tiras de en torno a 1 centímetro de grosor. Previamente, antes de introducirlos en la freidora se rocían un poco con aceite y se mezclan con ajo en polvo, pimentón, pimienta y orégano.

Una vez bien sazonados y precalentada la ‘airfryer’, se dejan en la bandeja del electrodoméstico con una cucharada de aceite. Para que se cocinen bien, un truco es que no queden amontonados y abrir el cajón cada cierto tiempo para agitar la cubeta. Después de unos 20 minutos, el boniato quedará tierno por dentro y crujientes por fuera. También se sazonan a posteriori con sal.

Todas estas recetas son una oportunidad para comer más sano -ya que la cantidad de aceite que se utiliza es mínima-, sin ensuciar mucho la cocina y de una forma más rápida -porque solo es necesario vigilar cada cierto tiempo el cajón-. 

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