medioambiente
Las botellas de Ambar pesan menos en la barra y en el medioambiente
Saica otorga el sello medioambiental Residuo Zero a la cervecera aragonesa, una de las primeras 25 empresas de España y Portugal que ha conseguido este certificado de TÜV SÜD.
Aquellos que últimamente se hayan tomado una cerveza de Ambar tal vez hayan apreciado que son más ligeras: pesan 20 gramos menos. "La botella que se encuentra en los ahora lineales ha pasado de ser 215 a 195 gramos, lo cual sobre un total de 34 millones de botellas que hacemos al año es un impacto de minimización de vidrio muy importante", ha explicado Alexandra Martínez, responsable de prevención y medioambiente del Grupo Agora (Ambar).
Ese es uno de los gestos que han hecho merecedora a Ambar del sello 'De residuos a recursos: zero a vertedero', avalado por la certificadora alemana TÜV SÜD, de manos a Saica Natur y gracias al trabajo conjunto de ambas compañías aragonesas. Ambar es una de las primeras 25 empresas de España y Portugal que ha conseguido este certificado internacional, tanto para sus instalaciones de La Cartuja como en Jaraba, Cobecsa.
Este nuevo sello confirma que más del 95% de los residuos generados en la fabricación de su cerveza tienen una nueva oportunidad para ser utilizados y que, por lo tanto, menos del 5% termina en el vertedero. Por ello, han puesto el foco en la zona de envasado, en la línea de no retornable, aquella que se destina a los lineales de alimentación.
"Vamos a intentar que ese 5% cada vez sea menor", se ha comprometido Martínez. Para ello, ya piensan en nuevos proyectos, como trabajar en envases secundarios -coronas o etiquetas de botellas retornables, aquellas que vuelven a la fábrica para volver a llenar-. En la misma línea, la responsable de prevención y medioambiente también ha desvelado que van a contar con una deshidratadora para extraer el líquido orgánico de las latas, depurarlos para que no tengan impacto en las aguas y el aluminio sea tratado por Saica.
Otra de las muestras de su compromiso con el medioambiente es la sustitución de las anillas de plástico por otras de cartón. "Con Saica tenemos una muy buena alianza para que todo el plástico y cartón sea completamente reciclado y llevado a gestores que hacen un tratamiento de esto este material y le dan una nueva vida", ha explicado Martínez.
Este abrazo entre Saica y Ambar ha tenido lugar en la planta de La Cartuja de Ambar, con la sala de cocción como escenario. Mario Roehrich, consejero familiar, y Sergio Elizalde, CEO del Grupo Agora, han recibido las distinciones de manos de Ramón Alejandro, presidente del Grupo Saica, y Guillermo Vallés, director general de Saica Natur. Todos ellos agradecieron el esfuerzo de sus trabajadores, desde el personal de producción, envasado, logística y mantenimiento.
En la actualidad trabajan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a partir de la reducción, reutilización y reciclaje. "Todos tenemos el propósito de disfrutar de los pequeños placeres de la vida y el disfrute es completo con la mejor cerveza del mundo. No es cuestión de modas ni de postureo, sino porque creemos en esto", ha apuntado Elizalde. El CEO de Ambar convirtió las tres erres típicas en "real, rápido y rentable".
Además de los datos anteriores, sobre la mesa pudieron otros apuntes como que el 85% del vidrio es reutilizable, que se reutilizan el 60% de las botellas, que en la planta de La Cartuja han instalado placas solares que les aportará el 25% de la energía necesaria y que en el Bosque Ambar, en Aínsa, ya crecen 3.000 árboles.
Estas actuaciones han sido acometidas "con discreción", sin embargo, tal y como ha recordado Roehrich, el compromiso con el medioambiente ya comenzó en 1998. “en Aragón sabemos hacer bien las cosas”, ha defendido el consejero de Ambar. "Estamos muy orgullosos de Ambar en este camino imparable de responsabilidad con el medioambiente, integrando la economía circular en su modelo de negocio", ha agregado el presidente del Grupo Saica.
