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Un nuevo vino garnacha fresco, flamante y fruta

La bodega oscense Laus lanza Garnacha Barrica, su primer vino varietal de esta uva.

Primer monovarietal de garnacha de Laus.
Primer monovarietal de garnacha de Laus.
Laus

Los geranios florecen en muchos tiestos españoles, tanto que en algunas zonas es todo un emblema. Sus colores vivos dan vida a ventanas, balcones, terrazas y jardines. Así es también la variedad garnacha, protagonista de la última novedad de Laus.

La bodega oscense presenta Garnacha Barrica 2021, su primer monovarietal de garnacha tinta. Por los ojos entra como un cristalino tinto muy bien cubierto, que tiñe la copa de un intenso rojo rubí, con reflejos violáceos y morados. Cautiva en la nariz gracias a esa personalidad varietal garnacha. También atrae por sus matices de frutos rojos dulces, fondo vainilla y especias. Un conjunto, que, como resumen desde la bodega, recuerda a pastelería y donde las notas ahumadas tienen especial protagonismo.

Se trata de un vino que refleja el carácter de esta variedad tan presente en esta zona de la denominación de origen del Somontano. La bodega oscense confiesa que esta nueva propuesta nace de la inquietud por trabajar con una variedad autóctona de gran potencial.

Procede de viñedos de gran altitud, de una finca en concreto, de Bachimaña, al oeste del Somontano y que se levanta 700 metros sobre el nivel del mar. En este paisaje de postal es donde "muestra su carácter más fresco y frutal", tal y como apunta Jesús Mur, enólogo y director técnico de la bodega oscense. En parte, por la gran diferencia térmica entre el día y la noche. "Esto nos permite conseguir uvas tintas de muy buena calidad", explica Mur.

Laus comenzó a cultivar esta variedad hace más de dos décadas y hasta ahora se ha degustado en el ‘coupage’ de su rosado. "Tras años de investigación vimos que la garnacha tinta podía darnos un tinto con carácter propio", indica Mur. Así, se decantaron por esta variedad autóctona "muy arraigada al Somontano".

Se elabora con los racimos seleccionados en la noche –en concreto el 18 de agosto–, con el fin de garantizar que los granos estén frescos y sin oxidar. Se fermenta en depósitos de acero inoxidable a una temperatura muy controlada, entre 20 y 22 oC. Así, se preservan los aromas frutales de la variedad aragonesa, que atraen los taninos más suaves.

Tras esta fermentación maloláctica, reposa en barricas de roble mixto durante un total de cuatro meses. Esa es la receta del vino redondo y complejo que han logrado en Laus. "Con esta crianza conseguimos más estructura, dándole presencia a los tostados y vainillas", razona Mur, quien además agrega que de esta forma se prolonga «un poco» la vida del vino.

Si se recuerda cómo fue el contexto meteorológico de 2021, que se caracterizó por unas temperaturas suaves y escasas precipitaciones, "unas condiciones climáticas que favorecieron un cultivo del viñedo más gratificante, sin apenas tratamientos fitosanitarios". Esto enlaza con la filosofía de la bodega del Somontano, que vela por el futuro de la naturaleza. Las heridas de la poda cicatrizaron gracias a los primeros pulsos del frío y seco invierno, mientras que la borrasca Filomena bendijo con importantes reservas de agua en el subsuelo, que las cepas aprovecharon posteriormente.

Es fácil para maridar gracias al amplio abanico que se despliega cuando se cata. De hecho, Laus lo recomienda para tomar desde con una tapa en barra hasta con un pescado, carnes blancas o entrantes. Así que, puede ser un buen comodín para cualquier brindis.

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