gastronomía

Rubén Martínez, actor: "Procuro comer sano, escuchando a mi cuerpo"

El actor Rubén Martínez valora el equilibrio en la alimentación, "pero sin obsesionarme".

El actor Rubén Martínez, junto a su amigo de la infancia Alberto Muñoz, propietario de Pájaros en la Cabeza.
El actor Rubén Martínez, junto a su amigo de la infancia Alberto Muñoz, propietario de Pájaros en la Cabeza.
Oliver Duch

El actor zaragozano Rubén Martínez estuvo hace unos días en la entrega de los Premios Feroz con el equipo de 'La maternal'. Con su directora, Pilar Palomero, le une una relación especial porque ella fue la que le introdujo en el mundo del 'coach' de actores durante el rodaje de la película 'Las niñas'.

En esta labor se ha volcado últimamente. Su condición de docente e intérprete le aporta las herramientas necesarias para llevarla a cabo, aunque confiesa que no quiere matar al actor que lleva dentro. Rubén está deseando que le llegue algún papel protagonista, como el que tuvo en la serie 'Grupo 2 Homicidios', o como padre de 'la marquesita', interpretado por Ester Expósito en 'Élite'. Mientras tanto, se prepara para ese momento.

Lo hace manteniendo un equilibrio a través del deporte, "que me ayuda a estar bien física y mentalmente", y de la alimentación. "Procuro comer sano, pero sin obsesionarme; de una manera natural escucho a mi cuerpo y como deportista, sobre todo a través de la natación que es lo que más practico, entiendo lo que me va bien o mal".

Eso sí, esta idea no está reñida con la de no privarse de nada. La entrega de los Premios Feroz, por ejemplo, coincidió con el puente de San Valero "y ese día comí roscón dos veces". Y es que Rubén es muy de dulce, aunque para esta entrevista se ha decantado por tomar unas tapas en el restaurante Pájaros en la cabeza (avenida de Juan Pablo II, 42, Zaragoza. 976 958 466).

Durante la charla, el actor zaragozano recibe una visita tan inesperada como ilusionante. El padre de la directora Paula Ortiz, Tomás Ortiz, fue su profesor de Literatura y tutor en COU. Junto a él rememora una enseñanza que le marcó: "En la última tutoría antes de Selectividad me preguntó qué quería ser en la vida. Yo le dije que iba a estudiar Magisterio y él me insistió en qué quería ser y no qué iba a estudiar". Con la boca pequeña le dijo que actor y Tomás le dio mucho valor a ese detalle. "Si tienes ganas, ilusión y vocación, aunque ahora no estudies eso, tenlo presente. Eso me contestó".

Esta escena la tiene muy presente en su vida, tanto como el día en que rodando un cortometraje en Daroca, la directora le comentó que había que esperar a su padre, que llevaba al protagonista desde Zaragoza. La directora era Paula Ortiz, y su padre, Tomás, su maestro.

De momento, Rubén Martínez no ha interpretado ningún papel vinculado a la gastronomía, "pero estoy preparado, manejo bien las herramientas de la cocina". También el recetario. El próximo reto al que se va a enfrentar es aprender a hacer las patatas al horno con huevo duro y bechamel de su abuela y su madre. "Me tiene que enseñar a coger bien el punto a la bechamel", confiesa.

Los platos de cuchara le gustan especialmente, "y esas sopas calientes que agradeces en los catering de los rodajes de invierno al aire libre". En cualquier caso, reconoce que estos servicios, a veces, son peligros. "La comida la tienes muy accesible y en 'La maternal' ya me pasó, que cogí cinco kilos extra en dos meses".

A la hora de cocinar, Rubén se decanta por dos elaboraciones: la tortilla de patatas, "que me sale bastante bien", y el arroz con almejas y trigueros. "Con esta receta he salido airoso unas cuantas veces". Eso sí, para la próxima ocasión se compromete a sustituir los espárragos por borraja, "aunque en Madrid es difícil encontrarla".

Las propuestas que comió de Pájaros en la Cabeza.
Las propuestas que comió de Pájaros en la Cabeza.
Oliver Duch

Apuesta por la inclusión

A Rubén Martínez le une una relación muy especial con Alberto Muñoz, el dueño de Pájaros en la Cabeza. "Nos conocemos desde niños y aunque no nos vemos mucho, no hemos perdido el contacto", asegura. De este restaurante le encantan algunas recetas como el pisto, "pero lo que destaco, sobre todo, es la variedad, tanto de las tapas como del resto de la carta".

En cualquier caso, si se tiene que quedar con un detalle de este establecimiento es con su apuesta por la inclusión, ya que trabajan dos jóvenes con discapacidad intelectual en el comedor y en la cafetería, María Ruiz y María Izuel. Las dos le comentan a Rubén el buen ambiente de trabajo que hay en Pájaros en la Cabeza. "Lo primero que hago al llegar es abrazar a mi jefe y luego al resto de mis compañeros", explica María Izuel. "Es la mejor forma de empezar el día", le contesta el actor antes de hacerse una foto con ellas.

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