gastronomía
El Trujalico, un clásico de la calle Mayor de Zaragoza que cumple 40 años
En sus orígenes puso de moda los bocatines, luego pasó a ser un bar de copas y hoy triunfa con sus tapas y raciones.
El bar El Trujalico ubicado en el número 14 de la calle Mayor de Zaragoza cumple 40 años. Durante este tiempo, en él han convivido varios modelos hosteleros desde que lo pusieron en marcha José Luis Serrano y Rosa Cavero. En 1982 apenas tenía competencia por la zona y muy pronto cogió fama por el vermuteo del mediodía y el picoteo de la noche.
José Luis y Rosa pusieron de moda los bocatines, de los que podían servir más medio millar en una tarde de sábado. Tuvieron tanto éxito que hoy, su versión moderna –los minis–, forma parte de cualquier barra de bar que se precie.
Pasaron algunos años y los tiempos cambiaron. Ese modelo de éxito derivó hacia otro en el que un público más joven quería beber más y comer menos. Así es como El Trujalico se convirtió en el Trujas y la noche y una clientela menos gastronómica tomaron el testigo.
Pero todavía se tenía que producir una nueva vuelta de tuerca. Aproximadamente hace siete años, coincidiendo con el momento de jubilación de los dueños, su hija, Eva Serrano, se decidió a tomar las riendas del negocio. Quién mejor que ella para hacerlo, que desde muy niña pasó muchas horas en este local.
Con Eva al frente, El Trujalico ha regresado a sus orígenes, al tapeo y las raciones más reconocibles, y la clientela respondió desde el primer momento. “En estos años ha habido algún cambio en la decoración y hemos puesto un gran espejo en la pared que a la gente le encanta, pero se mantiene la esencia del principio”, comenta.
La propietaria tiene claro que “haber conseguido una buena relación calidad/precio es la clave para que todos los productos roten”. El muestrario de tapas y raciones es bastante clásico. Entre los productos icónicos hay que citar la salmuera con hielo pilé, la zamburiña, los caracoles o la madeja con pimientos de Padrón.
Eva reconoce que la calle Mayor ha cambiado mucho desde que abrió el bar. “Hoy hay una oferta muy amplia, lo que es bueno para la zona, ya que en nuestro caso hemos conseguido atraer a bastante público joven”.
Los buñuelitos de bacalao, los croquetones y las cariocas reinan entre el surtido de fritos, y ahora que llega el calor, la ensaladilla rusa clásica y la de cangrejo, gambas y piña, que se ofrecen en versión mediana y grande.
“La carta es amplia y hay de todo para elegir, que es lo que más valora la gente”, prosigue Eva. También se pueden degustar estofados de toro de lidia o de ciervo, y garbanzos con bogavante o con callos. Las raciones son grandes y en todos estos casos el precio es de 5,50 euros, muy ajustado.
La propietaria tiene claro que este es el camino y que más allá de incorporar o quitar alguna propuesta concreta, en la carta no va a haber muchos movimientos. Si acaso, la mayor novedad es el plato del día, que realmente es más que un plato, ya que se ofrece una tapa de cortesía, la receta principal, una bebida, postre y pan. El precio a diario es de 9,90 euros y los domingos y festivos, 11,90. La paella de marisco es la gran protagonista el domingo.
Para conmemorar el 40 aniversario de El Trujalico, Eva Serrano ha diseñado una oferta de tapa y bebida (penalti de cerveza, vermú, agua o vino), por 1,95 euros. Se puede disfrutar del 15 al 26 de junio y, en cuanto al picoteo, hay diez tapas disponibles, entre ellas la salmuera con hielo pilé y la zamburiña.
