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Laderas del Jiloca y la transformación de las mejores viñas viejas

Daroca Bodega presenta tres vinos tras conseguir uno de ellos una medalla de oro en Garnachas del Mundo.

Un momento de la cata de los tres vinos en La Alacena de Aragón.
Un momento de la cata de los tres vinos en La Alacena de Aragón.
Gabi Orte

En la vendimia de 2020 se comenzó a gestar el proyecto Laderas del Jiloca con la selección de cajas de 400 kilos de uva y la búsqueda de una elaboración diferenciada. A ello se puso el equipo de Daroca Bodega, perteneciente a la Indicación Geográfica Protegida Ribera del Jiloca. Su objetivo: darle una nueva vida a las viñas viejas de la zona recuperando parcelas con mucha historia detrás, auténticas joyas vivas dispuestas en laderas de pizarra.

El resultado de ese trabajo se presentó el martes pasado en el espacio de catas de La Alacena de Aragón. A la cita acudieron el gerente de Daroca Bodega, Ignacio Bosch, y el enólogo de Daroca Bodega, Juan Manuel Gonzalvo, quien dirigió una cata con los nuevos vinos.

La gama de Laderas del Jiloca está elaborada con uvas de viñas viejas de garnacha y macabeo, situadas a una altitud de entre 700 y 1.000 metros. "Estamos orgullosos de este proyecto y de la acogida que está teniendo. Tenemos unas viñas antiguas espectaculares y no podíamos abandonarlas", comentó el gerente antes de probar los vinos.

Uno de ellos, Garnacha de altura, acaba de obtener una medalla de oro en el Concurso Garnachas del Mundo, así que la puesta de largo no ha estado mal. Junto a él se presentaron Garnacha viñas viejas y Macabeo de altura. El creador de estos vinos es el enólogo Juan Manuel Gonzalvo. "Daroca Bodega está dentro de la cooperativa Santo Tomás de Aquino y, actualmente, se trabaja con 150 hectáreas de viñedo viejo de garnacha y macabeo, principalmente en la IGP. Ribera del Jiloca y en la DOP. Calatayud", explicó.

El equipo de la Daroca Bodega que ha puesto en marcha el proyecto Laderas del Jiloca.
El equipo de la Daroca Bodega que ha puesto en marcha el proyecto Laderas del Jiloca.
Gabi Orte

Sin duda alguna, prosiguió, "los suelos pizarrosos y el clima árido y seco marcan la personalidad de nuestros viñedos y el resultado final que se obtiene de ellos". El primer vino embotellado fue Garnacha de altura en abril de 2021 y, a continuación, el Macabeo de altura en junio de ese mismo año. El pasado mes de marzo se completó la gama con Garnacha viñas viejas.

"Con las viejas viñas de bajo rendimiento se consigue una concentración muy interesante"

Durante la cata, en primer lugar se probó el macabeo. "Con las viejas viñas de bajo rendimiento se consigue una concentración muy interesante", comentó el enólogo. También hizo hincapié en que el trabajo en bodega es fundamental para lograr la cremosidad y elegancia de un blanco "muy gastronómico".

Garnacha de altura es el que representa el centro del proyecto. La frescura y el dulzor de la variedad de esta zona hacen que sea ideal para tomar por copas, aunque admite platos ligeros, arroces y carnes blancas.

Finalmente, Garnacha viñas viejas se obtiene a partir de la selección de los viñedos históricos de la comarca. "El proceso es manual, artesano y con un buen trabajo en bodega para redondear la máxima expresión de las garnachas del Jiloca". Un vino potente, equilibrado, profundo y elegante.

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