gastronomía
Un rincón de Uruguay en Zaragoza
Charrúa ofrece una carta amplia en la que destacan las carnes a la brasa.
Charrúa es el último proyecto hostelero del grupo Canterbury, el sueño hecho realidad de los hermanos Carlos y Eduardo Martínez. Desde que abandonaron Uruguay hace 22 años y llegaron a Zaragoza, les rondaba la idea de poner en marcha un restaurante con elaboraciones de su país.
Las carnes, por supuesto, son las grandes protagonistas en Charrúa, pero antes de llegar a ellas conviene acercarse a otras propuestas. La molleja y el choto –la versión uruguaya de la madeja– son dos despieces humildes en los que la brasa deja su impronta. Crujientes por fuera y jugosos por dentro.
En el horno brasa también se prepara el pimiento morrón relleno de ternera especiada coronado con queso provolone. Entre los entrantes, el surtido de empanadillas es amplio, y también conviene acercarse a la receta familiar del chorizo criollo y a las morcillas dulce y salada, sin arroz, muy diferentes a las españolas.
En Uruguay hay muchos inmigrantes italianos y este detalle se refleja en la cultura gastronómica del país. Se come mucha pasta y la carta de Charrúa refleja esa realidad. Especialmente llamativa es la presencia de canelones rellenos de carne asada a la brasa.
Por supuesto, a la mesa hay que reservar un hueco principal a la carne. Tres de los despieces llegan directamente de Uruguay: el ojo de bife angus, la entraña y el bife de chorizo angus. El primero se corresponde con el lomo alto y este último con el lomo bajo.
En cuanto a la entraña, se trata de un corte alargado, delgado y casi triangular. Va cubierto de una membrana de grasa que aporta a la carne un sabor intenso, aunque hay clientes que prefieren que salga a la mesa sin ella.
El corte grueso del asado de tira –la versión uruguaya de nuestro churrasco–, el solomillo de vaca y el vacío de ternera completan el muestrario de carnes de vacuno. Además, también se ofrece el contramuslo de pollo deshuesado.
Un menú uruguayo no puede concluir sin degustar un postre laminero. El dulce de leche, que tantas pasiones levanta en este país, está presente en varios: el panqueque y el chajá. Este último es un clásico. Sobre una base de bizcocho se pone nata, melocotón almibarado y crujiente de merengue.
Para que los clientes no se pierdan, el asador Charrúa tiene varios menús con más o menos protagonismo de la carne. El precio medio es de alrededor de 30 euros por persona con la bebida incluida.
Charrúa
Dirección: Avda. de Pablo Gargallo, 35. Zaragoza
Teléfono: 627 011 628
Horario: jueves a sábado, de 13.30 a 18.00 y de 20.30 a cierre. Domingo, de 13.30 a 18.00
Descanso: lunes a miércoles, cerrado
