gastronomía

Las flores de huerto encuentran su hueco en el plato y en la copa

Los pétalos de las plantas de algunas hortalizas sirven para dar sabor, a la par que color, a tapas o a bebidas.

Borraina gin, el combinado de Mantis Bar elaborada con la flor de la borraja.
Borraina gin, el combinado de Mantis Bar elaborada con la flor de la borraja.
Eva Serrano

La alcachofa no es la única flor del huerto que se puede comer. "También la de las habas que son blancas o del cebollino, muy pequeñas y con una gota de aceite en su interior", desvela Laura Carrera, CEO de la empresa zaragozana Innoflower. A la lista se suman las de rúcula, coliflor, brócoli, romanesco o hinojo, "que sabe a anís". Según la hortaliza de la que proceden pueden tener toques picantes o, incluso, más dulces. No obstante, Carrera alerta de que algunas flores pueden resultar tóxicas, como la de patata o berenjena.

"La flor del calabacín, de tonos anaranjados, es una flor comestible no muy conocida", valora Carlos Herrer García, jefe de cocina de La Bocca (Madre Vedruna, 6). Por ella y su matiz amargo apostó para participar en la Ruta 49 Flores, una iniciativa que coincide con Zaragoza Florece. Herrer explica que esta flor se utiliza en otras cocinas, como la italiana o la japonesa. En su caso ha optado por rellenarla con una ‘mousse’ de queso aragonés con trufa de Sarrión, aunque considera que también marida bien con marisco. "Quitamos el pistilo, abrimos los cuatro pétalos y se rellena con la manga –cuenta–. Después se cubre con un velo de tempura y se sirve sobre una cama de patata violeta". Indica que se come en dos bocados, primero la flor y el siguiente el pequeño calabacín.

Tapa de flor de calabacín rellena de queso trufado, de la Bocca.
Tapa de flor de calabacín rellena de queso trufado, de la Bocca.
Carlos Herrer

Y del plato, a la copa. En Mantis Bar (calle Mayor, 14) ponen sobre la barra un combinado con flor de borraja. "Es muy refrescante, donde la flor es decoración y otorga frescura y un sabor aragonés", señala Eva Serrano, propietaria del establecimiento, que siempre la había visto en el huerto de su padre. Contiene ginebra, licor de manzana que le da un matiz cítrico, lima y 7up. La flor de la borraja, que destaca por su color morado, le regala un punto crujiente.

Estos solo son algunos ejemplos, sin contar las flores ornamentales, como ya se conoce.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión