Dos aragoneses ultiman sus recetas para lograr la beca más jugosa de la gastronomía

La sede madrileña de la escuela de cocina Le Cordon Bleu acogerá el próximo día 26 la gran final del premio promesas. El primer clasificado obtendrá la beca más jugosa de la gastronomía, con una dotación de nada menos que 23.000 euros. El premio para el segundo no será cosa menor, ya que recibirá 8.000 euros.

En la gran final participarán diez jóvenes talentos y Aragón estará bien representado en esta última fase, ya que son dos los estudiantes de la Comunidad que han logrado clasificarse gracias a su buen hacer. Son Jaime Porta Mirave y Ariel Adonay Munguía Martínez, dos talentos que han vivido y estudiado a matacaballo entre Zaragoza y Huesca. Para ambos, esta final es una oportunidad fantástica con la que hacerse un nombre, ahondar en sus estudios y ensanchar el currículum.

Jaime nació en Huesca, aunque ha pasado toda su vida en Zaragoza. Estudió el bachiller en el Liceo Francés y ahora estudia la carrera en el Institut Paul Bocuse de Lyon. El joven, de apenas 20 años, hizo sus primeros pinitos frente a los fogones gracias a su abuelo. "Él fue quien hizo que me empezara a gustar la cocina", en la que ahora profundiza, "sobre todo en la nouvelle cuisine francesa", cuenta.

Por su parte, Ariel llegó al mundo en Honduras, pero recaló de niño en Benasque. Estudió en la escuela de Guayente y en el CPIFP San Lorenzo de Huesca para después completar una formación en cocina y restauración en la escuela Master D de Zaragoza, a la que representa en el concurso. Es "amante de la cocina vanguardista, pero también de la tradición". Ambos ha pasado las últimas semanas planteando, sobre el papel y también sobre el plato, la receta con la que participarán en la gran final. La organización les encargó su visión del rablé de conejo aromatizado con estragón y acompañado por ñoquis de patata, un plato que tendrán que culminar en un plazo de cuatro horas.

"Llevo ya unas tres semanas haciendo pruebas, sacando horas a diario, incluso los fines de semana, para perfeccionar la receta, enseñándosela a profesores, amigos y familiares. Mi idea es darle un toque moderno y de la cocina francesa", apunta Jaime. Ariel tratará de sorprender con su macaron de sesos de conejo y algún que otro toque diferencial. "ojalá gane, sería un gran apoyo para mi carrera", asegura. Pase lo que pase, ambos ingresarán 2.000 euros solo por haber llegado hasta la última fase de la competición.

Para superar la última fase de selección y llegar a la final, los candidatos tuvieron que demostrar sus habilidades mediante su particular versión de una receta: paupiette de salmón rellena con langostinos, pasta fresca estampada y beurre blanc. Las propuestas de los candidatos se publicaron en la página de Facebook de la escuela, donde el público pudo valorarlas y votarlas. Este voto popular se conjugó con la selección del jurado profesional compuesto por chefs profesores de Le Cordon Bleu en Madrid.

¿Y después?

Los dos jóvenes aragoneses sueñan con poder desarrollar su profesión de la mejor manera posible. Ariel aspira a dirigir el día de mañana su propia cocina, aunque antes quiere seguir formándose y aprendiendo de cocineros consolidados, tal y como hace ahora mismo en el País Vasco. Jaime piensa en el corto plazo y, cuando termine la carrera el próximo año, hará una estancia de seis meses en Japón. "Después, eso sí, querría empezar a trabajar y ganarme la vida por mí mismo, pero sin dejar nunca de aprender y de tener la mente abierta", remata.