El truco perfecto para lograr la mejor tortilla de patatas de Zaragoza

Las hermanas Ana y Arantxa Marín, del bar El Olivo de Zaragoza, logran el primer premio de la VI edición de la Liga de la Tortilla de la capital aragonesa.

Las hermanas Ana y Arantxa Marín, del bar El Olivo de Zaragoza, logran el primer premio de la VI edición de la Liga de la Tortilla de la capital aragonesa.

Para ellas esta era su tercera edición. Y ya presumían entonces de ser subcampeonas en las dos últimas. Pero este jueves, por fin "después de mucho esfuerzo y trabajo", lograron el primer premio de la VI cita de la Liga de la Tortilla de Zaragoza. Son las hermanas Ana y Arantxa Marín, dueñas del bar El Olivo, sito en la calle Corona de Aragón de la capital aragonesa, que abrió sus puertas en 2014. 

"Ha sido toda una sorpresa, pero también un logro muy perseguido", comenta Arantxa Marín, aún con la resaca del éxito del día anterior, mientras sirve un pincho tras otro en la barra de su establecimiento. Mientras, su hermana, en la cocina, fríe patatas y cuaja tortillas "sin parar". "Hacemos una media de 15 al día, pero hoy he perdido la cuenta", asegura. 

"Son muchas las cosas a tener en cuenta para que el resultado sea el correcto", explica Ana Marín, cocinera de El Olivo. "A mí me gusta que el corte de la patata sea muy fino, por eso lo hago con una mandolina". "Para freírlas -continuó- el aceite, de oliva virgen extra- debe estar muy caliente. Así hay algunas que sale doraditas y dan un color especial a la tortilla", continua Marín, mientras bate los ocho huevos que echa a cada una de las que sirve en su bar.

"Mezclamos bien los huevos batidos con las patatas y directa la mezcla a la sartén. El tiempo en este paso es muy importante. Incluso tengo un reloj en el que controlo los segundos para que quede perfecta por cada lado. Un minuto y vuelta y vuelta", comenta mientras con el rabillo mira su cronómetro de pared. "Si la dejas friendo unos segundos más, ya no queda con el cuajo que nos gusta", asegura, convencida, Ana Marín.

Pasado el tiempo estipulado y plato en mano, la cocinera deposita la tortilla en una fuente para la ocasión y directa a la barra del bar. "Hoy no duran ni el tiempo que cuesta darles la vuelta", concluye Arantxa Marín, mientras los clientes esperan ya "con ganas" poder degustar la mejor tortilla de patatas de Zaragoza.

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