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Turismo y gastronomía para vivir el Pilar viajando por la provincia

Localidades como Morata, La Almunia, Pedrola, Daroca y Longares invitan a disfrutar de las fiestas hasta el domingo con sugerentes menús pilaristas.

Julia Mercado, propietaria del albergue de Morata.
Julia Mercado, propietaria del albergue de Morata.
A. Toquero

Las 'no fiestas' del Pilar se desarrollan en unos cuantos escenarios. Uno no muy conocido es el de la provincia de Zaragoza, donde bares y restaurantes ofrecen interesantes tapas y menús durante la semana pilarista. Y eso precisamente es lo que se propone en estas líneas: hacer turismo gastronómico por la provincia alrededor de los productos aragoneses más icónicos.

La iniciativa 'Pilargastroweek' de Horeca Restaurantes Zaragoza aglutina unas cuantas propuestas. Casi todas son de menús, excepto una, la del gastrobar Flash Alagón (plaza de España, 10. Alagón), que ha diseñado una tapa exclusiva en forma de cachirulo relleno de longaniza y boletus.

En este bar, no es el único bocado que responde a un perfil festivo. María Jesús Callén viste la barra de Flash Alagón con croquetas como la de la Virgen del Pilar, que lleva longaniza, borraja y trufa, y tapas donde el ternasco de Aragón es el gran protagonista.

En cualquier caso, son los menús festivos, que se pueden disfrutar hasta el domingo 17 de octubre, los que tienen una mayor presencia. Sin duda alguna, se trata de la excusa perfecta para hacer una escapada por la provincia de Zaragoza.

Tilapia a baja temperatura.
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Albergue de Morata

La inquieta Julia Mercado, que dirige el albergue de Morata de Jalón (Camino del Baldío, s/n. 619 993 694), ha preparado un interesante menú (25 euros) con tres primeros a elegir: la apuesta segura de unos garbanzos con bogavante, la elegancia de un risotto de setas con espuma de queso y un timbal de tomate de la zona fusionado con muchos ingredientes.
​El ternasco lo presenta con boletus. Esta receta llegó a una semifinal del concurso de ternasco de Aragón IGP. La opción del pescado es una tilapia –pescado blanco parecido al gallo– a baja temperatura sobre cuscús de brócoli.

Brazo de gitano con confitura de moscatel.
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Capri, en Longares

El cocinero Antonio Guillén del restaurante Capri de Longares (c/ Felipe V, 33. 976 145 114) ha diseñado un menú largo (25 euros) con cuatro entrantes. Es la primera vez que se anima a ofrecer una propuesta festiva, “sobre todo pensando en los zaragozanos que se quieran acercar”. Incluye una sopa de tomate de la huerta de Muel, una curiosa crema de borraja y almejas, y dos tostas: una de sardina ahumada y otra de ibéricos.
​La receta de ternasco la hace en dos tiempos a la miel de romero, pero también ofrece la opción de entrecot del Pirineo o salmón al eneldo. Y como dulce colofón, brazo de gitano con confitura de moscatel.

Receta de ternasco del Castillo Bonavia
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Castillo Bonavia

Hasta Pedrola hay que desplazarse para probar el menú (30 euros) que han elaborado en Castillo Bonavia (N-232. km 271. 976 619 000). Sus enormes comedores dan mucho juego en este tiempo en el que tanto importa respetar las distancias entre comensales.
​La propuesta incluye jamón ibérico, gambones a la parrilla y vieira gratinada, y el asado clásico de ternasco de Aragón, para terminar con trenza de Borja con café y caramelo.

Ternasco en forma de rulo de El Patio de La Almunia
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El Patio de La Almunia

La Almunia de Doña Godina es un destino cómodo y cercano a la capital para aprovechar el día conociendo la localidad y probar el menú pilarista (30 euros) que ha diseñado el restaurante El Patio (avda. Madrid, 6. 976 601 037).
Incluye productos ecológicos como tomate, que se presenta con unas lascas de bacalao. También se ofrece un canelón de longaniza con crema de calabaza bio, y el ternasco se cocina en forma de rulo, deshuesado. El colofón es un clásico melocotón con vino.​

Ruejo, lingote de ternasco a baja temperatura
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Ruejo, en Daroca

Finalmente, hay que viajar hasta Daroca para conocer la cocina que practica David Castro en Ruejo (c/ Mayor, 88. 976 545 071). Su apuesta también es muy aragonesa. Para abrir boca en su menú (25 euros) se ha decantado por un plato de chuchara: alubias de la Virgen con borraja y congrio seco. Más de la tierra no puede ser la receta.
​El ternasco lo trabaja a baja temperatura y lo presenta en forma de lingote, acompañado de una salsa al chilindrón. Para el postre ha recurrido a una tarta de mousse de yema y canela que evoca a una torrija de toda la vida.

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