La competencia del manto de la Virgen como dulce bocado festivo
Hojaldres, brioches, bizcochos rellenos, trenzas, macarons y galletas de mantequilla son la alternativa al postre más popular de las fiestas del Pilar.
El postre más reconocido y reconocible de las fiestas del Pilar seguramente es el manto de la Virgen. Sin embargo, aunque estos días está presente en muchas pastelerías, panaderías y obradores de Zaragoza, no ha terminado de echar raíces y su popularidad dista de la que tienen otros dulces asociados a fechas concretas, como el roscón de San Valero o el lanzón de San Jorge.
Es por ello que compite con creaciones que han ido surgiendo, o con novedades que aparecen cada año intentando captar la atención de los zaragozanos y de los visitantes que llegan a la capital aragonesa.
Este reportaje refleja esa realidad, que es amplia y variada en argumentos lamineros. Y es que Zaragoza es una ciudad donde la repostería y la pastelería están muy arraigadas gracias a grandes profesionales que lo demuestran cada día.
Es el caso de Guillermo Porta, el joven maestro pastelero de Cibus en tu mesa (c/ Contamina, 23. 876 099 766). Para estas fechas –exclusivamente del sábado 9 al día del Pilar– ofrece un tierno bizcocho 'financier' de almendras con mantequilla tostada. Va entre dos capas de hojaldre caramelizado, relleno de crema pastelera tostada y decorado con nata fresca con vainilla y frambuesa natural.
La presentación es en formato de pastel individual y como tarta de cuatro raciones. En este caso, la primera capa del milhojas va precortada para que sea más fácil dividirla.
En Le Petit Croissant (c/ Hernán Cortés, 3. 976 230 541), el jefe pastelero Daniel Castillo elabora del 8 al 17 de octubre el Petit Pilarico, un brioche con crema de vainilla, flor de azahar y, por encima, almendra laminada. “La apariencia es la de un roscón tradicional –asegura–, se parece mucho a la 'tropézienne', el postre típico del sur de Francia; el tamaño es de cuatro o cinco raciones”. En este establecimiento, que tiene tres locales en Zaragoza, también venden marcarons más grandes de lo habitual rellenos de chocolate y con la imagen de la Virgen.
Lalmolda (c/ Méndez Núñez, 11. 876 717 091) representa la tradición pastelera en la capital aragonesa con sus 101 años de historia. Los mantos no faltan, pero en este establecimiento han decidido apostar por adelantar la temporada de los huesos de santo y el guirlache. “Probamos hace unos años y la respuesta ha sido magnífica; cada vez hay menos obradores para hacer estas elaboraciones y la gente las recibe con muchas ganas”, comenta Reyes Lalmolda.
En las tiendas de Tolosana en Zaragoza la trenza de Almudévar tiene poca competencia, incluso en fiestas, pero hay dos argumentos muy pilaristas. Por una parte, la réplica de la medida de la Virgen en chocolate que se ofrece en cuatro sabores. Además, se vende un bizcocho de avellana con mousse de vainilla natural, melocotón de Calanda y un toque de anís.
A Luis Paracuellos, propietario de Chocolates Capricho (c/ Don Jaime I, 25. 976 390 248), siempre le gusta presentar alguna novedad. Este año, su creación se llama Corona de la Virgen. “Es un hojaldre relleno de melocotón de Calanda con vainilla, untuoso de chocolate negro, crema montada de mascarpone y dados de moscatel de Aragón”, explica.
En la pastelería Marian Sugar House (c/ de Pano y Ruata, 9. 644 321 491) tienen obrador propio y su detalle pilarista son unas galletas de mantequilla artesanales cubiertas con una fina capa de fondant e impresión de papel de azúcar o arroz. Por encima llevan detalles como un cachirulo, baturros o la basílica del Pilar. Se venden en paquetes de cuatro, seis y doce.
En Utebo, la pastelería Trébol (c/ Austria, 8. 976 961 971) celebra por todo lo alto las fiestas. Además del manto, tiene bastante éxito la trenza de la Virgen, de hojaldre de mantequilla con almendra, nuez, pasas y relleno de nata fresca montada y crema a la vainilla y caramelo. También venden unos curiosos joteros que comparten muchos de estos ingredientes.