Un 'snack' helado por unas asanas bien hechas (o para quitar el antojo de dulce)

Después de la rutina yoga, con este calor, apetece un snack bien fresquito que además aporte todos los nutrientes necesarios al cuerpo para que este se recupere después del entrenamiento. Además de beber abundante agua, es importante recordar la importancia de las ingestas de comida adecuadas tras el deporte, estemos o no de vacaciones. 

Aunque bien es cierto que, en verano, un helado o un dulce frío no amarga a nadie. Así que esta receta bien puede servir como recompensa por un entrenamiento yogui bien hecho o como remedio para matar un antojo de dulce o helado. Lo mejor de todo es que esta preparación es súper sencilla de elaborar y solo exige el tiempo necesario en nevera para tener el punto justo de frío. 

El dietista y nutricionista Nano Alútiz prepara esta receta con unos ingredientes muy simples y al alcance de cualquiera. El principal es el yogur griego en la cantidad que se desee y en la variedad que se prefiera (desde entero hasta reducido en materia grasa). Habrá que disponer de arándanos (frescos o deshidratados, a preferencia) y granola (que puede ser casera o comprada, aunque siempre es mejor la primera opción). Se pueden añadir, a fin de completar las proteínas, proteína en polvo neutra a la mezcla y crema de cacahuete, aunque también servirá la de almendra. 

Prepararlo es tan sencillo como, en una bandeja con papel vegetal, extender una lámina de al menos un centímetro de grosor de yogur (mezclado previamente con la proteína si se da el caso). Encima, echar el resto de ingredientes y repartirlos bien por la bandeja. Meter al congelador durante  unas horas... ¡y listo! Además, se puede dejar hecho en más cantidad y almacenarlo en trozos en un tupper en el congelador, para tener siempre a mano este bocado fresquito. 

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