¿Nos vamos de pícnic al parque, a la playa o a la montaña? Consejos para evitar sustos

Las intoxicaciones son más frecuentes en verano, acentuadas por el efecto del calor; la higiene y el correcto envasado son fundamentales.

Picnic en un parque.
Picnic en un parque, ideal para las tardes de verano
Pixabay

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) quiere poner el dedo en una llaga muy común cuando llega el calor; las precauciones necesarias para comer al aire libre con productos caseros sin correr riesgos innecesarios. Las altas temperaturas pueden estropear una comida si no ha sido convenientemente tratada, empaquetada y conservada.

Para empezar, hay que hacer una relación directa entre el lugar al que vamos de escapada y la comida que llevamos con nosotros para reponer fuerzas allá. La mayonesa casera mal empaquetada y viajera durante horas al sol es una garantía casi segura de pasar un rato terrible debido a una intoxicación alimentaria. Si además eres un grupo de riesgo (embarazadas, ancianos, enfermos crónicos) hay que extremar la precaución. 

Consejos prácticos para conservar la comida casera de viaje

Hay varias cosas que se deben tener en cuenta para que todo vaya bien en un pícnic, empezando naturalmente por llevar cosas ricas… pero bien tratadas y transportadas. He aquí algunos consejos de la OCU:

  • Conservar los alimentos adecuadamente en tus viajes, bien refrigerados y sin exponerlos a temperaturas extremas. Las bolsas isotérmicas o las neveras portátiles con bloques refrigerantes acumuladores de frío son una buena opción.
  • Si se va a utilizar una nevera portátil, hay que lavarla primero a conciencia con detergente, y secarla por completo antes de meter nuevos alimentos, que deben quedarse ahí hasta el instante previo a su cocinado o consumo.
  • Manos limpias a conciencia antes de manipular comida. Si no hay agua, gel hidroalcohólico, que ahora es fácil de encontrar.
  • Agua potable para beber y cocinar, siempre. Sí, ese pozo es muy bueno, dicen en el pueblo que el agua es purísima, pero si no sabes con seguridad si es potable, no la uses. Además, aunque sea potable, no estás acostumbrado y el estómago puede quejarse.
  • Envolver la comida por separado antes de transportarla en la nevera.
  • Separar bebidas de comida en neveras diferentes, para no subir la temperatura interior cada vez que se coja algo para beber.
  • Nevera llena, mejor conservación. Si no va a estar llena, mejor usar una de menor tamaño. Y si se puede, ponerla a la sombra o, de no haberla, tapada con una toalla de color claro.
  • Al preparar o disponer los alimentos, mejor separar los crudos de los ya cocinados.
  • ¿Alimentos crudos, salsas y ensaladas? Siempre en frío.
  • Las sobras sí, pero solamente cuando haya certeza de que estaban bien conservadas y se han transportado con rigor. 
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