gastronomía en aragón

Pasteles rumanos: una ruta laminera en versión XXL

La repostería de este país llama la atención por su gran tamaño. Sevarine, Bucarest, Amandine y Cárpatos son algunos de los bizcochos más populares, casi todos con esencia de ron.

Arriba, a la izquierda, el Bucaret de chocolate es uno de los pasteles más populares; a la derecha, el sevarine es parecido al clásico borracho español; abajo, a la izquierda, el amandine es un bizcocho de chocolate en capas; a la dercha, en Casa Romaneasca de Alcañiz venden el eclere
Arriba, a la izquierda, el Bucarest de chocolate es uno de los pasteles más populares; a la derecha, el sevarine es parecido al clásico borracho español; abajo, a la izquierda, el amandine es un bizcocho de chocolate en capas; a la derecha, en Casa Romaneasca de Alcañiz venden el eclere
A. Toquero

La vitrina de un obrador o una pastelería rumana llama la atención por el tamaño de sus pasteles. No se andan con menudencias. Tienen fama de lamineros y lo demuestran con un surtido verdaderamente llamativo. Lo confirma Ovidia Ghisa, afincada en Torrecilla de Alcañiz (Teruel). Ella tiene un obrador de pastelería creativa donde atiende todo tipo de encargos particulares y distribuye a tiendas de la zona. "Cuando vienen mis padres y prueban mis pasteles me dicen que pongo poco azúcar, pero es más que suficiente", comenta.

"Los rumanos, en general, somos un poco especiales a la hora de comer –prosigue–, y no solo por lo que nos gusta el dulce; comemos mucho, sin mirar qué hora es, sencillamente cuando tenemos hambre, y lo mismo desayunamos un guiso de carne que cenamos cualquier cosa que te puedas imaginar".

Ovi está adaptada al estilo de vida de España y ya ni se acuerda de estas costumbres. Hasta se sorprende cuando recibe alguna fotografía de un amigo "con una mesa preparada para agasajar a unos invitados a las nueve de la mañana con platos como para alimentar al tripe de personas".

Así se entiende la gastronomía en este país: a lo grande. En cuanto a los pasteles, son realmente llamativos por su tamaño, pero mejor que contarlo es acudir a verlos y probarlos, algo que se sugiere en esta ruta.

Nicoleta Mariana Spaia junto a un surtido de pasteles rumanos.
Nicoleta Mariana Spaia junto a un surtido de pasteles rumanos.
A. Toquero

1. Cofetería Romaneasca

Nicoleta Mariana Spaia tiene obrador propio en la cofetaria Romaneasca (avda. Valle de Broto, 4. 642 752 669) en Zaragoza, donde elabora un amplio surtido de repostería. Desde luego, lo que más le más llama la atención es su vitrina, donde pasteles enormes parecen competir a la búsqueda del favor de la clientela.

El sevarine es muy parecido al clásico borracho español. "Por encima del chocolate o la nata, lo que más nos gusta a los rumanos es un buen bizcocho empapado con esencia de ron", comenta Nicoleta. Este último ingrediente está en casi todos los pasteles. El sevarine se culmina con una capa de nata, mermelada de fresa o frambuesa.

El Bucarest posiblemente es el más popular de todos. En este caso, el chocolate es el gran protagonista: en el bizcocho, la crema y el glaseado, decorado al gusto en la parte superior. Y otro de los más vendidos es el denominado Cárpatos por su forma triangular, como si fuera una montaña. "Son planchas de bizcocho de vainilla y crema de chocolate", confirma Nicoleta.

Elena Lumhinita Nicoará, con los pasteles que tiene en el Mercado Central
Elena Lumhinita Nicoará, con los pasteles que tiene en el Mercado Central
A. Toquero

2. Pan&Mas

En su puesto del Mercado Central de Zaragoza (nº 70), Elena Lumhinita Nicoará ofrece un gran muestrario de productos de Rumanía. "En nuestro país –asegura–, cuando vemos un pastel grande nos alegramos mucho". Ella no está especializada en repostería, pero sí tiene unos cuantos productos. Entre otros, el amandine, un bizcocho de chocolate en capas relleno de chocolate con caramelo y crema fondant.

También ofrece otras elaboraciones como strudel de manzana, bizcocho de queso dulce y pasas y un hojaldre salado de queso de vaca. "Cada vez más zaragozanos se animan a probarlos, y cuando lo hacen, la mayoría de las veces repiten".

Surtido de pasteles de Rumanía de Ma Petite Passion.
Surtido de pasteles de Rumanía de Ma Petite Passion.
A. Toquero

3. Ma Petite Passion

Desde su obrador turolense (c/ Diputación Provincial, 18. Torrecilla de Alcañiz. Teruel), Ovidia Ghisa elabora los pasteles de Rumanía para algunos clientes, "sobre todo de mi país". Sevarine y amandine son dos de los que más le piden.

En fechas especiales como Navidad o Semana Santa también prepara el cozonac, una especie de brioche parecido a un panettone, "que lleva bastante trabajo y cuesta encontrarle el punto".

4. Casa Romaeasca

En el obrador Ma Petite Passion se elaboran los pasteles rumanos que vende la tienda Casa Romaneasca (avda. Aragón, 83. Alcañiz. Teruel). En concreto, los ya reseñados sevarine y amandine, pero, también, los denominados eclere (relleno de crema pastelera y nata, con chocolate por encima) y dobos (finas capas de bizcocho horneadas por separado y rellenas de crema de mantequilla de chocolate con caramelo glaseado).

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