Los menús de Navidad no son, precisamente, la imagen de una dieta sana. La lista innumerable de platos vistiendo la mesa, los dulces infinitos y el alcohol son los mayores enemigos de unos hábitos nutricionales saludables. Sin embargo, siguiendo tres sencillos trucos, este año será posible mantener las Navidades y sus excesos a raya sin tener que llevarse las manos a la cabeza el 2 de enero. "Controlar las cantidades de comida, el consumo de alcohol y los postres" son los tips que recomienda el dietista y nutricionista Raúl Luzón, director de la Escuela de Salud Vive!.

El 'solo son cuatro comidas' que hasta ahora justificaba los excesos durante las fiestas este año va a ser verdad, ya que la situación sanitaria y las restricciones sociales van a influir en el volumen de cenas, comidas y vermús que se van a celebrar. Por tanto, este año va a ser mucho más sencillo controlar los excesos.

Pero, antes de continuar y de ver algunos consejos para mantenerse a raya sin sufrir durante la Navidad, es importante entender que justificar estos excesos no va en línea con unos hábitos saludables y que, aunque es algo muy personal, la manera de limitar estas justificaciones es anteponer la salud y la dieta sana.

Igualmente, y para evitar rebotes de culpabilidad, Raúl explica que si se tienen hábitos saludables que perduren en el tiempo, 'cuatro comidas copiosas' no van a hacer perder los avances conseguidos durante el resto del año. Si, sin embargo, se buscan resultados rápidos y a corto plazo (y probablemente difíciles de mantener en el tiempo), las comidas navideñas sí influirán.

Claves y recetas

Raúl Luzón recuerda que existen infinidad de opciones para comer saludablemente en estas fechas. "Asados, pescados en salsas, curados... son 'platazos' que han estado presente siempre en nuestras mesas navideñas y que con toda la lógica del mundo, recomendaríamos seguir incluyendo en el menú". Este tipo de preparaciones tienen buenos valores nutricionales y, por tanto, a la hora de elegir es mejor apostar por ellas.

A la hora de 'limitar', en cierto modo, los daños de la Navidad, hay que plantearse volver a la normalidad tras los banquetes. "Más que compensar con otras comidas o días, hablaríamos volver a la normalidad desde el último bocado que tomemos en esas celebraciones".

Así, los tres grandes consejos de este nutricionista para sobrevivir a las fiestas pasan por limitar y controlar más que por prohibir: vigilar la cantidad que echamos en el plato, la cantidad de alcohol que bebemos y la cantidad de dulces que comemos. Se puede disfrutar de todo sin tener que excederse. Y, después, se trata de volver a las costumbres cotidianas sin castigarse. "Tenemos hasta 360 días para seguir haciendo las cosas bien".

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