gastronomía
Abadal Matís, un tinto fiel a su territorio
El nuevo vino de Abadal fusiona el carácter de las variedades autóctonas, como la mandó, con la potencia y estructura de la cabernet y merlot.
Abadal acaba de poner en el mercado la primera añada de su nuevo vino, Abadal Matís 2017, un tinto que refleja muy bien los matices de la región en la que se cría, el Bagés. Es un peldaño más en la labor de esta bodega de recuperación y puesta en valor de las variedades históricas de esa comarca.
“Un matiz es un pequeño detalle, apenas perceptible, que hace que algo sea único. La diversidad de nuestros viñedos y el paisaje boscoso de nuestro entorno colman este vino largo y elegante de un matiz de aromas balsámicos y de sotobosque”, apunta Valentí Roqueta, propietario de Abadal.
Si hace unos meses alabábamos el carácter y el frescor del blanco Abadal Picapoll, no podemos por menos que resaltar la elegancia y la redondez de este Matís, que fusiona a la perfección las variedades autóctonas históricas de la zona -destacando sus aromas otoñales y de sotobosque-, que en este caso le aporta la mandó, con la potencia y la estructura de las variedades foráneas cabernet sauvignon y merlot.
Abadal Matís se encuadra en una línea de vinos de futuro más frescos, elaborados con uvas bien adaptadas al cambio climático por su maduración tardía.
Abadal Matís 2017 destaca en nariz por su riqueza aromática, de fruta roja madura (cereza, mora) con un fondo especiado, y los aromas de sotobosque y de otoño tan característicos de la variedad mandó en el Bagés.
En boca ofrece detalles de pimienta negra y toques balsámicos que refrescan y dan armonía a todo el conjunto. La crianza de este característico coupage de más de diez meses en barrica de roble de grano fino aporta madurez y sensaciones finales de chocolate y tabaco. Tiene un grado alcohólico del 14% y el precio recomendado es de 11,50 euros.
