Las ganas de disfrutar de una buena barbacoa aumentan exponencialmente con la subida de las temperaturas. Si bien es cierto que carnes y embutidos (¡sobre todo, chorizos y morcillas!)  son los primeros productos que vienen a nuestra mente cuando pensamos en estas comilonas, también verduras y pescados potencian sus sabores y texturas al calor de una buena brasa, capaz de tostar –sin quemar– los ingredientes y de aportarles ese sabor y aroma ahumado que, solo imaginarlo, hace que se nos haga la boca agua.

Sin embargo, y dado que los merenderos destinados a tal función suelen estar bastante demandados, son muchos los que prefieren renunciar al sabor de la barbacoa y refugiarse (mando del aire acondicionado en mano) en casa. Pero, ¿sabíais que, con unos trucos fáciles y accesibles, se puede imitar el sabor de la brasa? Aceite aromatizado, un termómetro de cocina siempre a mano y las especias necesarias son algunos de los más efectivos siempre que demos con la fuente de calor correcta para cocina.

Además de las 'carmelas' tradicionales, en las que controlar los tiempos no siempre es sencillo, podemos optar por un pequeño electrodoméstico que cumpla todas las funciones de grill que necesitamos, que sea fácil de manejar y, también de limpiar. Y esta de Philips es la indicada para ello, pues tiene una plancha versátil (bien lisa o con estrías) que permite cocinar a alta temperatura regular cualquier producto que nos pase por la cabeza. Eso sí, para lograr el sabor de la barbacoa habrá que seguir los tres pasos que os dejamos bajo estas líneas que. ¿Te animas a disfrutar de la brasa ‘indoor’?

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Tres trucos para disfrutar de la brasa... en la parrilla

El sabor ahumado

No hay nada como el sabor a brasa que impregna los alimentos que se cocinan con esta técnica. Para lograrlo no es necesario tener una barbacoa, ya que podemos preparar una infusión de aceite ahumado y romero que le aporte ese matiz tan delicioso. Para lograrlo, debemos quemar unas ramas de romero y, cuando deje de prender, introducirlo en un recipiente hermético lleno de aceite. Hay que dejar macerar esta mezcla unas 10 horas y, después, impregnar los alimentos que vamos a cocinar a la parrilla con ella para conseguir un sabor espectacular.

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El calor constante

Los alimentos a la brasa suelen almacenar el calor durante más tiempo de lo normal, al haber sido expuestas a temperaturas más elevadas. Si contamos con una plancha como la de Philips, conseguir mantener ese calor es más fácil de lo que parece, puesto que este pequeño electrodoméstico mantiene la temperatura de su placa y, de hecho, se puede servir sobre ella.

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La señal que marca la diferencia

Aquellos alimentos que han sido cocinados a la brasa cuentan con las inequívocas rayas negras que dejan constancia de que el carbón y la parrilla han hecho su trabajo. La placa de la plancha de Philips dispone de una zona estriada para lograr ese efecto tan característico.

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