gastronomía

La completa oferta hostelera del Mercado Central de Zaragoza

Falta por concretar el servicio de cocinado de los productos que los clientes adquieran en los puestos. Se puede comprar también platos cocinados y postres artesanales.

Las empanadillas que preparan en la zona de hostelería del Mercado Central.
Las empanadillas que preparan en la zona de hostelería del Mercado Central.
Antigravedad Estudio

En apenas una semana desde su apertura, la zona de restauración del remozado Mercado Central de Zaragoza se ha revelado como una de las más visitadas por quienes se acercan a conocer cómo ha quedado este bazar alimentario de la capital aragonesa.

Los cuatro puestos que conforman esta oferta (27, 28, 47 y 48), ubicados en la zona central del Mercado, ocupan las cuatro esquinas más transitadas, lo que es un punto muy importante a su favor. Fueron adjudicados a la empresa Zentral Abastos, S. L., que ha tenido que formalizar una plantilla de cincuenta personas para dar el servicio al que se comprometió en el pliego de condiciones.

El concepto se articula con la premisa de que se  ofrecen servicios de restauración durante toda la larga jornada en la que se desenvuelve la imparable actividad de una instalación de estas características.

Así, a las 6.00 se suben las persianas de uno de los puestos, el Matiné, una cafetería en miniatura pensada para dar servicio, desde el punto del día, a los más madrugadores: los propios detallistas del mercado, repartidores y proveedores.

A las 9.00 comienza su actividad el Mambo, una barra que a esas horas también centra su actividad en la preparación de desayunos, aunque en este caso con la particularidad de que los baristas se afanan en elaborar cafés de autor con materia prima de la máxima calidad.

Conforme avanza la mañana, los cafés y chocolates con churros van dejando paso a los pinchos de tortilla, croquetas, empanadillas, migas, bocadillos y otros tentempiés. En el caso del Mambo, destaca su variada oferta de cervezas, con unas veinte referencias en botella y 6 grifos con cerveza de barril.

Ración de migas en la barra Mambo, en el Mercado Central de Zaragoza.
Ración de migas en la barra Mambo, en el Mercado Central de Zaragoza.
Antigravedad Estudio

Y a eso del mediodía, abren los dos puestos más dirigidos a la oferta culinaria. El Mueso se pone a tope a la hora de la comida y de la cena, con unas cuantas especialidades que adquieren mucha relevancia a la brasa, como carnes y embutidos. Las hamburguesas son muy demandadas por la clientela, según sus responsables. Y el Mixtura está más orientado a la cocina saludable, con productos a la plancha y con una notable oferta de raciones a base de pescados y mariscos.

Queda por desarrollar uno de los aspectos que más notoriedad va a tener en estas cuatro esquinas: la preparación de alimentos comprados previamente por los clientes en los puestos del propio mercado. Según Miguel Cubero, director de hostelería de la empresa concesionaria, este servicio se pondrá en marcha en unas semanas, tras el periodo de rodaje inicial, ya que en esa primera fase, tanto la zona de hostelería como los detallistas tienen trabajo de sobra para adaptarse al nuevo espacio. Por el momento, no se sabe todavía el precio que se cobrará por cocinar el alimento que traerán los propios clientes, que deberán presentar el tique de compra para comprobar que se ha adquirido minutos antes en el propio Mercado Central.

Y a últimas horas de la tarde, estas esquinas hosteleras se ponen manos a la obra preparando las bebidas más apropiadas para el ocio nocturno y que están más de moda, sobre todo cócteles y otros combinados. Permanecen abiertos hasta la 1.30, excepto las vísperas de festivos, que prolongan su servicio hasta las 2.30. Buena parte de este tiempo, los clientes pueden recrearse con las actuaciones, conciertos y otros espectáculos que componen la completa programación que prepara la empresa concesionaria.

Platos cocinados

Otra de las novedades tras la reapertura del Mercado Central es la ampliación de la oferta de comida cocinada. La más importante y visible está en el puesto de Mama Tere, una pollería con larga trayectoria en el Central que ahora tiene también a disposición de sus clientes una completa vitrina con platos muy variados que van desde aperitivos, como la ensaladilla rusa, hasta carnes, pescados y postres, pasando por legumbres y verduras.

En los próximos días pondrán en marcha un menú del día que, por 7,99 euros, incluirá un primero (verdura, legumbre o pasta), un segundo (pollo, carne o pescado) y un postre, como natillas, arroz con leche o fruta, por ejemplo.

En el puesto de la panadería y venta de productos rumanos Pan y Más también venden algunos postres artesanales que elaboran ellos mismos, entre los que cabe anotar el pastel de queso -en versión dulce o salada-, la empanada de atún, el strudel con mermelada, fursecori, pastel de manzana, cabello de ángel, pastel de chocolate y panettone rumano.

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