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Cabecita Loca, tiempo de vermú en el entorno de Tomás Bretón

Cabecita Loca anima esta zona de ambiente con una gran variedad de cazuelitas, montaditos y raciones.

Ruth Barroso y Virginia Rubio, en la barra de la vermutería Cabecita Loca.
Ruth Barroso y Virginia Rubio, en la barra de la vermutería Cabecita Loca.
Guillermo Mestre

El vermú Cabecita Loca elaborado en Barbastro por el artesano alimentario de Binomio Vinos, Víctor Clavería, ha recibido unos cuantos premios internacionales que lo hacen acreedor del título no oficial de mejor vermú de España.

Su elegancia –tanto del contenido como del continente– cuenta con muchos seguidores y desde hace poco más de un mes ha dado un paso adelante: su nombre y su imagen se han asociado con una nueva vermutería que abrió sus puertas en tiempo récord.

Apenas dio tiempo a asimilar que cerraba La Senda Tapas, cuando a las pocas semanas iniciaba su andadura este nuevo proyecto hostelero en la misma ubicación.

Son dos mujeres, Ruth Barroso y Virginia Rubio, que nada tienen que ver con el galardonado vermú, quienes han plasmado sus inquietudes en esta iniciativa. La buena sintonía con Víctor Clavería ha hecho el resto. Eso sí, el local no es monotemático, ya que se pueden degustar cerca de 60 referencias de vermús, además, por supuesto, del que da nombre al establecimiento. El de la casa es uno de tirada que no es Cabecita Loca, pero lo elabora la misma bodega.

A la zona de ambiente del entorno de la calle Tomás Bretón le ha venido bien la irrupción de este nuevo local. Su presencia se suma a la de clásicos como los bares Artigas o El Chaflán y, lo más importante, la complementa. Los vinagrillos, tan ligados al momento del vermú, no son la única propuesta culinaria. Eso sí, destaca porque hay siete variedades de banderillas con una característica común: son de tamaño XXL.

Lo interesante, en cualquier caso, es que la oferta es mucho más amplia. Y, además, visible. Prácticamente todo lo que se puede degustar está a la vista y responde al mismo perfil de las banderillas. En fin, que las raciones, montaditos y tostadas dan mucho de sí y a un precio ajustado.

El guiso de oreja (4,50 euros), que se presenta en una cazuelita, está muy conseguido y cuesta terminarlo. También es de generosas dimensiones el canelón de rabo de toro con salsa de Oporto. Y entre otras propuestas, se puede disfrutar de pollo trufado con salsa de foie, hummus de tomate seco con arenque o bolas de bacalao con pisto.

Los montaditos se presentan en pan de cristal, focaccia o mollete de Antequera, y la idea es que haya mucha rotación para que la clientela no se aburra.

Novedades

Además, a las impulsoras de Cabecita Loca les apetece ir incorporando cosas nuevas constantemente. La próxima semana llegarán el plato del día en formato de cazuelita, con gran protagonismo de la cuchara, y la apuesta por la coctelería con la utilización, como propuesta más especial, del afamado vermú que da nombre al local.

En cuanto a las bebidas, también hay una buena selección de vinos y el detalle que más destaca es el de la cava de enfriamiento de cerveza, que llega al cliente en las mejores condiciones para su degustación.

El local es suficientemente amplio como para disfrutar de la estancia en la barra o en mesas altas –bastante cómodas, por cierto, ya que no tienen demasiada altura– que le dan un aire de taberna muy acogedora.

Cabecita Loca

  • Calle de Juan José Lorente, 17. Zaragoza.
  • Teléfono: 679 442 589.
  • Horario: de 12.30 a 17.30 y de 19.30 a 22.30. Descanso: lunes, cerrado.
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