El Congreso de Gastronomía y Salud avala el interés ciudadano por este vínculo

Las empresas del sector cada vez piden más que lo 'sin' tenga el mismo sabor que si fuera 'con'

El Club Inclucina de Atades, que el jueves recibió el premio Gastronomía y Salud de esta entidad, fue uno de los protagonistas en la jornada del sábado
El Club Inclucina de Atades, que el jueves recibió el premio Gastronomía y Salud, fue uno de los protagonistas en la jornada del sábado
Cristina Martínez

El V Congreso de Gastronomía & Salud organizado por HERALDO echó ayer el cierre. Lo hizo dando todo el protagonismo a su novedosa feria, que durante dos días se ha convertido en un mercado saludable. También se celebraron algunos talleres y charlas, y se le hizo un hueco a la reflexión para hacer balance de lo ocurrido en el Palacio de Congresos de Zaragoza desde el pasado jueves.

Juan Barbacil, director del Congreso, dejó tres conclusiones a modo de resumen que han estado presentes en las ponencias. “Se confirma el incremento notable y real de la preocupación de los ciudadanos por la salud en todo lo que tiene que ver con la gastronomía”, dijo. De hecho, varios expertos incidieron en que “las empresas que trabajan en este sector cada vez nos piden más investigación para que lo que es 'sin' sepa igual que si fuera 'con'".

Juan Barbacil también destacó las tres ponencias en las que se habló de la carne del futuro. "Ello nos da una idea de la realidad del sector y de los cambios que está viviendo y que se avecinan, con investigaciones y producción real en centros tecnológicos avanzados o en granjas que parecen laboratorios”.

Por último, se refirió a “la gran acogida de charlas, catas, talleres y cocina en vivo, que se han llenado todos los días”. Esta misma realidad también se ha vivido en el mercado saludable, que ha abierto sus puertas por primera vez en esta quinta edición del Congreso con 36 expositores.

Algunos hacían ayer balance de la experiencia y confirmaban "lo acertado" del binomio gastronomía y salud. De hecho, muchos trabajan en esa línea. El pan de kamut, uno de los ancestros de los trigos actuales, de la panadería Sayón de Jaca, ha sido un buen ejemplo.

Eduardo García, responsable de las cervezas artesanas Ordio, dio a conocer su premiada Matadragón, de toques dulces y ahumados, que se bebe bien pero sus 14 grados de alcohol se dejan notar. Eduardo defendió "trabajar con procesos basados en la calidad empleando materias primas de cercanía como, por ejemplo, el lúpulo de Aragón".

Aldelís aprovechó para poner en valor en este mercado la carne de pollo y de pavo "como fuente de proteína que es imprescindible en cualquier dieta equilibrada", según comentó su directora de comunicación, Marta Serrano. Entre los argumentos dulces, triunfó el pastel mudéjar 'Los Aljamacicos', para el que emplean en Los Mallorquines la misma levadura madre de hace 67 años.

"El aceite de oliva es la base de la dieta mediterránea y no podemos estar más en sintonía con este Congreso", destacó Carlos Domínguez, de Ecosteán. Y con los vinos espumosos Cabal que Ángel Arcega elabora en Ainzón brindaron muchos de los visitantes. "Han gustado bastante –comentó Ángel–, pero al margen de las ventas, con lo que me quedo de este mercado es con la visibilidad ofrecida por los organizadores para que el boca a boca nos lleve más allá de donde podríamos ir en solitario".

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