gastronomía

Monjes budistas acercan la cocina tibetana a Zaragoza

En el restaurante Aida prepararon una cena con platos típicos, como sopa 'thupka', momos, arroz y batido de plátano.

Tres monjes tibetanos, preparando una cena típica de su región en el restaurante Aida de Zaragoza.
Tres monjes tibetanos, preparando una cena típica de su región en el restaurante Aida de Zaragoza.
Toni Galán

El Centro Joaquín Roncal acoge estos días las I Jornadas del Tíbet en Zaragoza con un intenso programa de actividades para dar a conocer la cultura, costumbres, filosofía, arte y, en general, cómo es la vida en aquel apartado rincón del mundo. Están organizadas por la ONG Estrella de la Mañana, que trabaja en India con refugiados tibetanos en el campo de Mungod.

Cinco monjes budistas llevan varias semanas en Aragón participando en distintas iniciativas y este jueves, en el restaurante Aída de Zaragoza, dentro de la gira 'El arte de vivir', fueron protagonistas de una cena tibetana, que ellos mismos prepararon, con ceremonia budista.

El cocinero Jorge Alarcón les echó una mano a la hora de adquirir los ingredientes y durante la preparación del menú. Los monjes se pusieron el delantal y se afanaron en unas tareas de cocina a las que están muy acostumbrados, según confesaron.

Durante la preparación, comentaron las recetas que se iban a degustar: sopa thupka, con muchas especias y vegetales; momos –una masa parecida a la pizza que se elabora con harina, aceite y sal–, que quedan como nuestras empanadillas y que rellenaron de vegetales y carne; arroz basmati condimentado con verduras y salsa de soja (khichdi) y, de postre, un batido de lashi (plátano) con yogur y azúcar, decorado con fresas picadas.

Preparando los momos rellenos de verduras y carne.
Preparando los momos rellenos de verduras y carne.
Toni Galán

Los exóticos cocineros también explicaron que los tres ingredientes principales de la cocina tibetana son: la tsampa, que consiste en harina de cebada tostada, la mantequilla y el queso.

Con la harina se elabora el pan tibetano, que es la base de su alimentación, sobre todo a la hora del desayuno, junto al té. Los momos se elaboran con esta misma harina y pueden adquirir diversas formas, además de incorporarse a algunos caldos. “Luego añadimos carne y vegetales y así se pueden preparar muchos tipos de sopas”, explicaron.

Esta receta es parte fundamental de su gastronomía debido a que la altitud y el frío animan a su degustación. Es por ello que los tibetanos ingieren bastantes hidratos de carbono, que aportan mucha energía, para poder aguantar las duras condiciones ambientales del entorno.

El emplatado fue la parte más sencilla, pero antes de la degustación se celebró una sencilla ceremonia budista en la que participaron los asistentes. Luego llegó la hora de disfrutar de la cena que dejó un regusto agradable y una opinión muy positiva de los comensales.

En las I Jornadas del Tíbet, además de las actividades programadas, también habrá degustaciones de productos y talleres de cocina.

Los momos, ya preparados y listos para cocer al vapor.
Los momos, ya preparados y listos para cocer al vapor.
Toni Galán

Una receta: momos de verduras

En un bol poner harina, sal y un poco de agua. Ir amasando y añadiendo agua hasta que tenga la consistencia deseada (que no se pegue a los dedos).

Picar finas las verduras siguientes: zanahoria, apio, espinacas, patata cocida hecha puré, cebolla, ajo y jengibre (muy picado), cilantro fresco, comino, cúrcuma, una pizca de curry en polvo, aceite, salsa de soja y sal.

Volcar la masa en una superficie plana e ir cogiendo trozos. Estirar con un rodillo. Cortar círculos de esta masa.

Colocarlos en la palma de la mano dándole la forma de un pequeño saco y poner el relleno de verduras. Cerrar bien el saquito con los dedos de la otra mano. Esta parte requiere práctica, pero una vez aprendida se hace con rapidez. Cocer al vapor durante aproximadamente diez minutos y servir.

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