Recetas
Delicioso y saludable: así se prepara un kétchup casero para chuparse los dedos
Es la salsa por antonomasia de una gran variedad de platos y es que hay pocas elaboraciones que se resistan a su toque dulzón. Para evitar su exceso de azúcar y conservantes, no hay nada como elaborarlo en casa.
Como acompañamiento a unas patatas fritas perfectas, como broche final a un suculento 'hot dog' (incluso en sus elaboraciones más innovadoras) o como condimento en una sabrosa hamburguesa (siempre y cuando no cometamos algún error al freír la carne). El kétchup es la salsa por antonomasia de estas elaboraciones, entre las que algunos comensales añadirían las empanadillas caseras, los fingers de pollo y otras recetas que suelen untarse en otros ingredientes. Sin embargo, y aunque pueda parecer que esta salsa dulce de tomate marida con todos los platos, no todo vale: la tortilla de patata no se acompaña con kétchup (pese a que algunas recetas internacionales lo recomienden) y unas auténticas patatas bravas, tampoco.
Su gran potencial en la cocina, que incluso sirve para ayudar a los más pequeños a ingerir ciertos alimentos, queda relegado cuando se descubren dos de los ingredientes con los que se elaboran: el azúcar y los aditivos que, cada día, están más desterrados de la cocina por sus nocivos efectos en la salud. De hecho, un poco de kétchup contiene más azúcar que una lata de refresco de cola. Por ello, para disfrutar del delicioso sabor de esta popular salsa sin remordimientos, la mejor opción es elaborarlo en casa, con una receta casera para chuparse los dedos.
Ingredientes
- 1 kilo de tomates maduros
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde
- 1 diente de ajo
- 50 gramos de azúcar moreno
- 70 mlilítros de vinagre de vino blanco o de manzana
- Media cucharadita de sal fina, otra de pimentón dulce y otra de mostaza en polvo.
- Una pizca de canela molida, otra de pimienta negra molida y otra de clavo molido. También se puede añadir una guindilla.
Elaboración
La base de la receta
Tras lavar los tomates, hay que cortarlos en trozos grandes y colocarlos en un cazo, al que hay que añadir el pimiento, la cebolla y el diente de ajo. Todos los ingredientes se ponen a cocer a fuego lento unos 40 minutos, hasta que estén tiernos.
A fuego lento
Una vez pasado ese tiempo, la mezcla se tritura en la batidora hasta que adquiera una textura muy fina. Será entonces cuando haya que añadir las especias, el azúcar y el vinagre, para acabar la cocción una hora a fuego lento. Es recomendable remover con frecuencia hasta que quede un puré espeso.
Para conservarlo
Con las cantidades expresadas en esta receta se obtiene aproximadamente medio kilo de kétchup, una gran cantidad que conviene envasar de forma adecuada para que se conserve durante más tiempo. Por ello, se pueden esterilizar unos frascos herméticos: hay que ponerlos en una cacerola y cubrirlos de agua. Después, se lleva a ebullición unos minutos y se dejan secar.
