Con el impulso y el aval de dos establecimientos hosteleros de moda en Zaragoza –Ric 27 y Vittoria 25– ha nacido San Güich, pero este tercer proyecto es totalmente diferente a los anteriores. Su nombre ya anuncia las intenciones culinarias, aunque sándwiches, precisamente, no hay demasiados.

En este apartado se ha ido a lo seguro, a elaboraciones contrastadas: croque monsieur (jamón braseado, huevo frito y bechamel de gorgonzola gratinada), 4 quesos, club (pechuga de pollo, beicon crujiente, tomate, lechuga, gouda y mahonesa) y vegetal. En todos los casos, preparados con pan brioche casero.

El apartado de bocadillos es el más amplio. El propietario y cocinero Antonio Potenza mira mucho a Italia. En su país, el bocata de albóndigas es un clásico que se sirve con provolone dulce gratinado. Por supuesto, no faltan los embutidos de calidad como salami milanés picante o Mortadella Bologna Ferrarin IGP., acompañada de queso taleggio y crema de pistacho.

Las materias primas y las combinaciones de ingredientes marcan la diferencia en este local frente a tantas bocaterías y hamburgueserías como hay en Zaragoza. Otra versión trasalpina muy interesante es la parmigiana (lasaña de berenjena rebozada). En Italia también acostumbran a comer el pulpo en bocadillo con patatas escachadas al perejil, mahonesa de siracha y rúcula. Pero seguramente el más clásico de todos es el porchetta (fiambre de cochinillo asado, berenjena rebozada, mozzarella ahumada, lechuga y salsa san güich).

Eso sí, también hay versiones españolas como el bikini ibérico (jamón ibérico y queso Idiazábal en cañada de aceite), calamares, lacón, butifarra fresca o pepito. En todos los casos, al ingrediente principal siempre hay que sumar un cuidado acompañamiento.

En la carta se reseñan dos ensaladas y un variado de raciones para compartir en el que se incluyen desde fritura andaluza a burritos rellenos de pollo mechado y de cuatro quesos; delicias de pollo; el queso de origen chipriota Halloumi en costra de almendras y chutney de tomates o arrosticini (pinchos de ternasco a la plancha con salsa de curry).

Tres versiones de pizza margarita elaboradas con masa de trigo casera; varias hamburguesas –las de seitán y de quinoa son las más singulares–, y tostadas de chistorra, boquerones marinados y salmón ahumado para un picoteo ligero, completan una carta amplia. En ella, para rizar el rizo, el cliente tiene desglosados todos los ingredientes, de forma que, desde el pan a los toppings, se puede diseñar su propio san güich.

San Güich