Tavern Coc: productos singulares en una taberna minúscula

Anchoa sobada, torta de Barros, marisco, y vino y champán de calidad y por copas, son algunas de las propuestas.

Alfredo España, responsable de Tavern Coc.
Alfredo España, responsable de Tavern Coc.
Raquel Labodía

En apenas ocho metros cuadrados de local, Alfredo España despliega un auténtico ‘arsenal’ de propuestas de picoteo que riega con vino, cava y champán de calidad. Tavern Coc Le Petit se llama y hace medio año que este experimentado hostelero inició esta andadura enfrente del Gran Hotel de Zaragoza.

Para un proyecto así, de dimensiones tan reducidas, hacía falta tener las cosas muy claras y, lo más importante, acertar a la hora de plasmarlas. Este profesional ha apostado por un tapeo elaborado; vinos servidos por copas al margen de su precio; una atención cercana, y la sensación de local limpio y pulcro, listo para pasar revista en cualquier momento.

A pesar de las limitaciones de espacio, al jamonero y al jamón de bellota se les ha hecho un hueco importante. Se podría haber prescindido de este argumento, pero lo cierto es que da mucho juego hasta haberse convertido en una de las principales señas de identidad del local.

Una de las claves de la hostelería de calidad reside en comprar bien para ofrecer el mejor producto a un precio razonable. Así entiende Alfredo España su profesión y, lo más importante, en todo momento la intenta llevar a la práctica. Por ejemplo, para ofrecer una exquisita anchoa sobada, trabajada a mano con un paño, sin pasar por el rodillo ni por agua. De una calidad similar es la salmuera, también de Santoña. En la vitrina los argumentos culinarios cambian a diario. Es el caso de las croquetas. La especial de la casa es la de siete pimientas, pero hay variedad (morcilla, ternasco, boletus, borraja…).

Una tapa de temporada es el corazón de alcachofa confitado y relleno de merluza y gambas. Todos los días hay algún canelón, de ternera con foie y champiñones o de marisco, y caparazones de cangrejo de mar que se rellenan de centollo, buey y cigala, entre otros productos. El medallón de foie con queso de cabra e higos, envuelto en pasta brick de trigo crujiente, es otra de las especialidades de esta taberna, y casi siempre hay algún hojaldre, como el de manzana con curry.

En fin, un tapeo cuidado que se empieza a disfrutar a través de la vista. A pesar de las reducidas dimensiones de la barra, todo tiene su espacio. Por ejemplo, los cuencos de cristal donde se muestran berberechos o albóndigas. Las de ternera se terminan al horno, a baja temperatura, recurriendo a una salsa de naranja natural, brandy y vino blanco para el acompañamiento.

Entre el muestrario de productos singulares hay algunos quesos, como la premiada torta de Barros. Y la sobrasada, que Alfredo España consigue en Salamanca, también es de nota. Este nivel de excelencia le ha llevado a tener en su vitrina la anchoa de Cantabria ganadora del concurso 2018/19, que se conserva en aceite de mantequilla, y que todavía no puede poner a la venta hasta que reciba el visto bueno de los organizadores de este certamen.

Tal y como ha quedado reseñado, todos los vinos –lo mismo da que sea Pago de Carraovejas o champán Mumm– se sirven por copas, algo que sencillamente no se hace si no se tiene la garantía de que se van a vender. En esta singular taberna, esta es una prueba prácticamente superada desde el primer día que abrió sus puertas.

Tavern Coc

Calle de Isaac Peral, 3 (Zaragoza). Horario: de 12.00 a 17.00 y de 19.00 a cierre. Domingo, cerrado.Ir al suplemento de gastronomía

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