Cuándo darle la vuelta y otras dudas sobre el jamón de Navidad

El jamón, ya sea serrano o ibérico, no debe faltar en las mesas navideñas, pero para disfrutarlo como se merece hay que aprender cómo tratarlo.

La ingesta de jamón podría ser beneficiosa para el control de la diabetes e incluso del colesterol.
Un estudio avala que el jamón ibérico mejora la salud vascular.
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Aunque a muchos les preocupa llegadas estas fechas cuáles son los trucos para no engordar esta Navidad, otros tanto prefieren asegurarse que la mesa festiva cuente con los manjares imprescindibles: los aperitivos para abrir boca, un buen consomé o ternasco asado con patatas. Y es que si por algo se caracterizan las celebraciones que cierran diciembre es por las copiosas comidas que se comparten con familiares y amigos.

Entre los productos más populares de la Navidad se encuentra el jamón curado, bien sea serrano o ibérico. Es uno de los bocados nacionales más disfrutados y al que pocos pueden negarse, pues ya sea solo o acompañado de una tostada con un buen aceite de oliva este bocado gurmé cuenta con numerosos adeptos que saben disfrutarlo loncha a loncha. Claro que, de degustarlo a saber elegir y cortar un buen jamón hay unos cuantos pasos que conviene no saltarse: desde los consejos básicos para elegir un buen jamón a los trucos que hay que conocer para saber cortarlo.

Cinco pasos sencillos para disfrutar del jamón

La posición inicial. Para empezar a cortar un pernil de jamón hay que asegurarse siempre de que la pezuña del animal está hacia arriba, de tal manera que la maza y la contramaza (las partes más tiernas de la pata) son las primeras en disfrutarse. Además, hay que realizarle un corte en forma de cuña por debajo de la caña para que las lonchas puedan cortarse bien finas. Limpiar la pata. La corteza y la grasa amarilla que protege el jamón y el tocino no son adecuadas para su consumo, así que hay que ir quitando con cuidado las que cubren la parte que está prevista consumir. De esta manera se evitará que el pernil se seque y que su sabor se potencie en exceso. La dirección. El eje del jamón siempre marca la dirección en la que debe cortarse el producto, y esta siempre parte de la caña hacia la punta. Hay que hacerlo con cuidado, con un cuchillo jamonero bien afilado y haciendo cortes rectos. También es fundamental recordar que el pernil tiene huesos que hay que perfilar con ayuda de un cuchillo más pequeño para aprovechar toda la carne. La vuelta. Acabada la parte superior del pernil, y también la más codiciada, toca darle la vuelta al jamón y disfrutar de la babilla, que destaca por ser la zona más seca y fuerte del jamón y la parte perfecta para caldos y guisos. Del mismo modo, hay que recordar que la corteza y la grasa amarilla (que no el escaso tocino con el que cuenta esta zona magra) deben quitarse para el consumo de la parte posterior de la pata. Aprovechar los huesos. Cuando la carne escasea hay que echar mano de un cuchillo fino para perfilar los huesos y sacar las últimas lonchas de jamón. Después, lo mejor es trocear los restos y aprovecharlos para preparar guisos, cocidos y caldos que agradecerán el sabor incomparable del jamón de Navidad. Ir al suplemento de gastronomía

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